¡A la boca no!
La inquietud natural de los niños por conocer, en muchas ocasiones a través de la boca, los puede llevar a sufrir accidentes que de no ser prevenidos o atendidos en forma oportuna, pueden resultar de fatales consecuencia, como el que se atraganten con algún alimento, moneda o cualquier otro objeto.
Paramédicos de la Cruz Roja, Delegación Gómez Palacio, mencionan que en varias ocasiones han atendido este tipo de eventualidades, que por lo general suelen aumentar en tiempo de vacaciones.
Lo ideal sería que nunca ocurrieran este tipo de accidentes en los bebés o niños menores de edad, pero en ocasiones llegan a presentarse, de tal manera que se debe actuar con serenidad, pero en forma rápida y eficaz.
Si algún infante ingiere algún objeto o por alimento se atraganta, hay que realizar de inmediato la que se conoce como maniobra de Heimlich, la cual consiste en colocar el puño de la mano derecha, tres dedos por arriba del ombligo.
Una vez que se está en la posición mencionada, hay que oprimir hacia adentro y hacia arriba para comprimir el diafragma, lo cual ayuda a que el objeto o alimento atorado se arroje con mayor facilidad. Esta maniobra se hace las veces necesarias hasta que el objeto sea arrojado por el pequeño.
Si el niño o la persona queda inconsciente, hay que abrirle la boca para ver si el objeto se alcanza a ver y de ser así, se hará el barrido de gancho.
Dicho barrido se aplica con el dedo meñique que se introduce en forma de gancho a la boca, para retirar el objeto hacia afuera, lo cual se llega a lograr en la mayoría de las ocasiones que se presentan.
En caso de no poder retirar el objeto atorado y si la persona está inconsciente, hay que aplicar la Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP), hasta en tanto el paciente recibe atención médica.
La RCP, explican los socorristas, es un procedimiento de emergencia para salvar vidas que se utiliza cuando la persona ha dejado de respirar y el corazón ha cesado de palpitar.
La RCP combina respiración boca a boca y compresiones cardíacas, ya que la respiración boca a boca suministra oxígeno a los pulmones de la persona y las compresiones cardíacas mantienen la sangre oxigenada circulando hasta que se puedan restablecer la respiración y las palpitaciones cardíacas.
Se puede presentar daño permanente al cerebro o la muerte en cuestión de minutos si el flujo sanguíneo se detiene; por lo tanto, es muy importante que se mantenga la circulación y la respiración hasta que llegue la ayuda médica capacitada.
Conservar la calma
Cuando por desgracia sucede algún accidente de este tipo, la madre, padre o la persona que se percate de ello, debe antes que nada evitar ser presa de los nervios, ya que eso les imposibilita el actuar en forma adecuada y si no se actúa mientras llega la ayuda especializada, el niño puede morir o sufrir daños irreversibles.
En algunas instituciones, como en las Delegaciones de la Cruz Roja, ofrecen cursos de capacitación para atender este tipo de eventualidades y lo ideal sería que cualquier persona sepa cómo actuar para salvar una vida, pues por desgracia hay historias de este tipo con un trágico final y otras de éxito que se convierten en anécdotas para los participantes, con el paso de los años.
En caso que un bebé o niño más grandecito se esté asfixiando por haberse introducido algo a la boca, hay que tratar de actuar con serenidad, pero a la vez con firmeza.
- Hay que hacer que el pequeño expulse el objeto que se le atoró en la garganta.
- Se debe aplicar de inmediato la maniobra de Heimlich.
- En caso que no surta efecto la técnica anterior, se debe aplicar el barrido de gancho, si el objeto atorado es visible.
- Con el dedo meñique o el índice en forma de gancho, sacar el objeto.
- En cualquier caso, la persona que actúa debe evitar ser presa de los nervios para salvar al pequeño.
- Lo ideal es que se prevengan este tipo de accidentes, pero si suceden, actuar en consecuencia, teniendo en cuenta que en ello puede ir la vida de la niña o niño.
Fuente: Cruz Roja Delegación Gómez Palacio.