Vecinos del ejido La Rosita de Torreón, viven al día, con sus carromatos, la pepena y cuidar chivas son sus fuentes de trabajo.
En completo abandono y con múltiples carencias es como viven los ciudadanos del ejido La Rosita de Torreón.
La mayoría de los habitantes se mantienen de los trabajos que realizan con sus carromatos, cuidando animales y pepenando materiales reciclables entre la basura. Sin energía eléctrica, agua potable, además de la falta de pavimento son algunas de las carencias con las que viven los habitantes de La Rosita, quienes han tenido que ‘colgarse’ de las pocas lámparas que tienen de alumbrado público. Sus casas están hechas de cartón y tablas, y cocinan en fogatas rodeadas de piedras.
Los vecinos se quejan porque durante prácticamente todo el día tienen que respirar los desagradables olores que emanan las aguas negras que pasan por los plantíos, así como los olores que se emiten al quemar la basura. Ahora la mayor preocupación de los habitantes es conseguir las escrituras de los terrenos que ocupan, pues carecen de ellas.