Arribo. Unos expertos sin identificar de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), llegan a Damasco.
La opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) acusó ayer al ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, de mentir el lunes ante la Asamblea General de la ONU al obviar las acciones violentas del régimen contra los civiles.
En un comunicado, la alianza explicó que el discurso de Al Mualem intentó camuflar "la política totalitaria del Gobierno basada en el uso sistemático de la violencia y el ataque indiscriminado contra el pueblo". El jefe de la diplomacia siria negó la responsabilidad del régimen en lo que sucede en el país y en la prolongación del conflicto, y trató de calificar a todo opositor de terrorista y extremista, denunció la CNFROS.
"Damasco abrió las puertas a los extremistas de todo el mundo para combatir en Siria y enfrentarse a las fuerzas de la oposición moderada", según la nota.
También criticó que Al Mualem no hiciera referencia al ataque químico que, según la oposición, causó más de mil muertos en la periferia de Damasco el pasado 21 de agosto. La CNFROS advirtió, además, de que las mentiras del Gobierno sirio no engañarán al mundo, que deberá presionar a Damasco para que cumpla con su compromiso de participar en la conferencia de Ginebra 2.
La oposición insistió en que Damasco acepte las condiciones de la conferencia de Ginebra 1, que estipula la formación de un Gobierno provisional "que abra la senda a una solución que lleve a una democracia y la reconstrucción del país".
El lunes, el jefe de la diplomacia siria aseguró ante Naciones Unidas que su Gobierno acepta acudir a una conferencia de paz en Ginebra "sin precondiciones" para resolver la "guerra contra el terrorismo" en su país.
"El cese de las políticas agresivas contra Siria es el primer paso hacia una solución en mi país", dijo el ministro, que rechazó que Siria sufra una guerra civil.
