Familiares de seis personas acusadas de violar a turistas españolas hace una semana en Acapulco, denunciaron que sus parientes no cometieron el crimen y fueron detenidos sin orden judicial y torturados.
"Los están obligando a que se digan culpables", dijo Adrián Sánchez Silva, comisario ejidal de un poblado cercano a Acapulco donde viven los detenidos.
Desde el lunes 4 de febrero, luego de que un grupo armado abusó sexualmente de seis turistas españolas y les robó sus pertenencias, autoridades federales y de Guerrero han interrogado a seis personas.
Los acusados fueron detenidos por agentes de la Policía Federal y la Policía Ministerial de Guerrero.
Sus familiares denunciaron que los agentes tienen una bodega en donde torturaron a los detenidos.
El caso provocó revuelo a nivel internacional y una gran atención en España, punto de origen de una gran cantidad de los turistas que recibe Acapulco.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, rechazó que las autoridades busquen "chivos expiatorios" para dar resultados pronto ante la presión pública.
Los familiares de los detenidos presentaron una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos contra la Policía Federal y la Procuraduría de Guerrero.
Denunciaron que el sábado los detenidos fueron sacados por la fuerza del restaurante donde trabajan, en la zona de Barra Vieja, donde se encuentra el hotel en el que se hospedaban las turistas agredidas.
Sánchez Silva dijo que otros 20 pobladores fueron detenidos para que dieran declaraciones y fueron liberados, aunque con signos de tortura.