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Adiós al cronista oficial de Gómez

Su obra. Pablo Amaya promovió intensamente el amor a la historia y la cultura, pues decía que ése sería su legado a su partida.

Su obra. Pablo Amaya promovió intensamente el amor a la historia y la cultura, pues decía que ése sería su legado a su partida.

EDITH GONZÁLEZ

Cómo un hombre atento, colaborador, honesto, alejado de las poses e incansable, definieron colegas, amigos y colaboradores, al cronista oficial de la ciudad, Pablo Amaya Ramírez, quien falleció ayer a la edad de 61 años en su casa.

Desde el enero de 2002, don Pablo Amaya recibió el nombramiento de cronista oficial de este municipio, dedicándose a rescatar la identidad histórica local y de las comunidades laguneras de Durango.

El último evento que realizó fue la colocación de una ofrenda floral y guardia de honor en el monumento a Francisco Gómez Palacio, el 28 de febrero en conmemoración de su aniversario luctuoso.

En diversas ocasiones el cronista manifestó no contar con un presupuesto. A veces a solicitud, le era otorgado el recurso para la adquisición de coronas principalmente, en otras no, por lo que optó por elaborar él mismo una corona con flores artificiales para continuar recordando y honrando a los personajes que forjaron esta nación.

El 5 de febrero el secretario del ayuntamiento, Ignacio Aguado, pidió la desocupación de la oficina en donde el cronista atendía, a petición de Renata Chapa, ditectora de Cultura, en el Centro de Convenciones Francisco Zarco, y aunque solicitó su reubicación, a su muerte aún no contaba con un espacio.

En 2011 recibió la Presea "Renán Irigoyen Rosado", la cual fue otorgada por la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, el primer cronista del Estado de Durango en recibir dicha presea, entre otros reconocimientos.

"El pueblo y el Cabildo gomezpalatino lamentan el deceso de nuestro cronista, quien logró consolidar un decreto por el cual se nombra a Gómez Palacio Cuna de la Revolución Mexicana", manifestó la alcaldesa Rocío Rebollo Mendoza.

Sus restos son velados en la funeraria Jardines del Tiempo, de Torreón.

Pablo Amaya además de ser el cronista oficial de Gómez Palacio, era también Secretario de la Unión de Cronistas del Estado de Durango y Miembro de la Asociación Nacional de Cronistas.

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Escrito en: Pablo amaya ramirez

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