Internacional Narcotráfico Jeffrey Epstein Chile Israel-Palestina Donald Trump

Adiós al vicario

JÓVENES COLUMNISTAS

ALAN BARRAZA
"Para estar conforme con la Iglesia católica, es preciso creer que es negro lo que ella declara negro, por más que parezca blanco a nuestros ojos"— San Ignacio de Loyola

El 12 de febrero se dio una de las notas más impactantes para el mundo occidental en mucho tiempo, al menos sí desde el inicio de la guerra en Yugoslavia, el atentado al World Trade Center o la escisión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nada más ni nada menos que originado en el seno de la sede de la Iglesia Católica Apostólica y Romana porque anunció Joseph Ratzinger o como su nombre papal Benedicto XVI, que a partir del 28 de febrero deja de fungir como cabeza de la iglesia a nivel político y espiritual; algo que no sucedía desde 1415 y que de verdad se suma a eventos inesperados en lo que va de este incipiente siglo.

Gregorio XII fue erigido después del cónclave dentro del sacro colegio cardenalicio en una etapa de crisis alarmante para la Iglesia católica de San Pedro, durante el Cisma de Occidente (uno que no llegó a consumarse así como el primero que dio origen a la Iglesia ortodoxa), existía el papado de Aviñón y frente a él se encontraba este personaje, irónicamente el antipapa francés tenía nombre de vicario Benedicto, y la ironía se da por lo que sucede siglos después. Bajo ese contexto fue que tomó la decisión este Papa no romano de dimitir por última vez, hasta ahora en 2013, si el último de los pontífices que renuncia a la sacristía póstuma tuvo que afrontar diversas complejidades y contingencias, ¿qué obligó a Ratzinger a tomar la misma decisión?, como en todo y como siempre, los temas de la Iglesia suelen ser misterio y materia para escritores como Dan Brown.

Sería prudente antes de responder a ese cuestionamiento, narrar un poco lo que a mi parecer hay en lo oscuro, muy atrás de la bella fachada de la Basílica de San Pedro o el Palacio de Letrán en la ciudad del Vaticano, empecemos con nuestro condenado en el tercer nivel del infierno según Alighieri (La Divina Comedia), Bonifacio VIII, un ejemplo de cómo la mayoría en la época colocaba comerciantes y aristócratas en la carrera eclesiástica por intereses. Es quien fundó la pederastia en la sacra Roma, siendo esto que fue muy importante su figura como influencia en la iglesia de Roma, su pedofilia se desprendió gracias a que declaró de forma infame según relatos históricos que tener relaciones sexuales con un niño es igual de pecaminoso que frotar una mano.

Sería también necesario al menos hablar un poco del más famoso y repugnante de los papas, Rodrigo Borgia que desde el cónclave donde vence a las familias más influyentes de la península como los Orsini, Dellarovere, Colonna y Medicis en 1492, fue más un prostíbulo que un orden teocrático, sus hijos Rodrigo y Juan eran piezas de ajedrez para utilizar el papado como facción familiar en aras de dominio y poder, le recomendaría al que se interese por esta polémica familia leer la obra de Mario Puzo denominada "Los Borgia".

El Estado independiente del Vaticano, con excepción de la presencia mundial que significó el papa polaco Juan Pablo II, ha tenido una serie de progresivos declives desde su separación del Estado italiano en los tratados de Letrán firmados en 1929 por Pío XI y el mismísimo Moussulini, reconociendo inicialmente por el Estado italiano y posteriormente por la comunidad internacional, la soberanía e independencia del Estado de la Santa Sede, aunque doctrinalmente es conocido como un sujeto atípico o sui géneris de derecho internacional público, esto por las características que lo recubren. Este declive se debe en parte por la influencia limitada en cuanto a lo político, limitándolo exclusivamente a un territorio en específico y no a la influencia en monarquías en todo el mundo occidental como fue hace ya algunos años, y en otra porque la Iglesia católica se apoyaba mucho en el imperio con uso de la política y no tanto en lo estrictamente religioso.

Este último pontífice nos ha mostrado que con excepción de los estados-naciones de corte netamente católico no hay mucho de lo que su palabra impacte como otrora llegó a ser, fuera de hipotéticas acciones extraordinarias como las hechas por el polaco predecesor de Benedicto.

"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino".

¿Que lo llevó a pronunciar esas palabras este martes? Después de casi ocho años en la cúpula del catolicismo, aun con las declaraciones de Lombardi (el vocero del Vaticano): "Nunca huye ante los lobos y deja el rebaño solo", como alusión a su claudicación prematura.

En resumen Benedicto fue un Papa gris en un contexto complejo y rebuscado, evidentemente el papel de sumo pontífice quedaba demasiado grande para su talla, ya que en su cargo las obras más importantes fueron beatificar a su predecesor y tener el récord al beatificar a 498 españoles que murieron durante la guerra civil y el franquismo; por salud o por incompetencia, la Iglesia católica muestra cada vez mayor inadaptación al esquema global cambiante.

@alanbarrasa

Leer más de Internacional

Escrito en: jovenes columnistas

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 840027

elsiglo.mx