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¡Adiós, payasos!

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¡Adiós, payasos!

¡Adiós, payasos!

Dra. Mayela Villarreal Reyes

Además de revalorizar la expresión y poner de relieve los rasgos más favorecidos, el maquillaje también disimula imperfecciones. Sin embargo su uso excesivo es un error, ya que perjudica la piel y proyecta una imagen desastrosa.

Hace ya varios años que las tendencias en cuanto a maquillaje apuntan a lo natural, es decir, que éste no se note y al mismo tiempo aporte lo necesario para realzar, esconder y transformar el rostro más anodino, en uno con personalidad y belleza. El bombardeo constante y cambiante de productos a la vanguardia en cosmetología, obliga a los profesionales de la belleza a modificar las rutinas y aprender nuevas técnicas que favorezcan ese look fresco y al mismo tiempo bien cuidado.

Sin embargo aun existen mujeres que se resisten a aceptar esta realidad y siguen recurriendo a la pintura facial casi como si fueran a actuar bajo intensos reflectores, pues su cara luce como una auténtica paleta de colores: la tez muestra una blancura antinatural, los ojos resaltan por las plastas de rímel y sombras llamativas, mientras los labios destacan por su tono intenso aun a las horas más tempranas del día y el rubor recuerda a las chapas de las muñecas de antaño. En resumen, atraen la atención a cualquier sitio al que llegan pero en definitiva no de manera positiva. Quizá hasta les pregunten: ¿dónde es el carnaval?

Por si el detalle de la apariencia desfavorable no fuera suficientemente importante, dichas mujeres parecieran ignorar que su piel puede sufrir un desgaste debido al abuso del maquillaje.

LOS RIESGOS DEL EXCESO

La primera razón para no usar cosméticos con profusión es ser muy conscientes de que estos tienen como objetivo resaltar o suavizar ciertos rasgos; en ningún caso debe pretenderse hacer con una brocha lo que haría un bisturí. Por más que se aplique algún producto no se reconstruirá una nariz y en cambio sí puede borrarse la forma de las expresiones.

Luego viene algo igual de sustancial: saber escoger qué usar y aplicarlo correctamente. El llamado maquillaje se consigue en polvo y en líquido, y en cualquiera de los casos sirve para quitar el brillo de la cara y cubrir sus imperfecciones. Es preciso que coincida con el tono de la piel, pues de lo contrario se verá falso. Para saber cómo quedará, aplica un poco en la parte interna de tu brazo (muchas lo prueban en la mano pero ésta difícilmente tiene el mismo tono del semblante).

Al aplicarlo es básico poner también un poco en el cuello; un error común en quienes se maquillan de más es no dar ni un poco de retoque en esta zona, que al contrastar notoriamente con el color del rostro crea la ilusión de traer puesta una máscara.

Si no se aplica con moderación y cuidado, se corre el riesgo de que la tez quede como llena de plastas que restan el aspecto natural y además agreden el cutis de manera constante. Pintarse de más es tan malo como hacerlo desde temprana edad. Con el exceso, la dermis no respira ni transpira, y en consecuencia sufre resequedad y muestra arrugas prematuras. Los problemas se multiplican porque con el cosmético los poros se tapan o cierran, ocasionando acné y puntos negros (que luego se tratan de disimular con maquillaje, agravando el problema). Esto puede acentuarse con el uso de rubor y sombra; a más cantidad de afeites menos respiración celular y más arrugas, especialmente las llamadas patas de gallo.

Por su parte el rímel recargado de ninguna manera ‘fabrica’ pestañas espesas o abundantes, únicamente hace que los ojos se vean con plastas. Y mientras más haya que remover, más tiempo se pasará frotando las pestañas, que al ser tan sensibles tendrán mayores posibilidades de caerse.

AGUAS CON LA CALIDAD

Además de aprender a moderar el uso del maquillaje, es fundamental no escatimar a la hora de adquirir cosméticos. La ecuación es simple: a menor precio, menor calidad. Y si un producto deficiente se coloca en demasía, es probable que aparezcan manchas, reacciones alérgicas, y simplemente que se deshidrate más la piel.

Es preciso mencionar que según la Academia Nacional de Dermatología cada día aumentan las consultas por daños cutáneos ocasionados por el mal uso de maquillaje, refiriéndose a la utilización de polvos y cremas de baja calidad y/o en cantidades exageradas. Los padecimientos más comunes, aparte de los ya mencionados, son la dermatitis por contacto y la irritación. Las reacciones son individuales y dependerán de la sensibilidad de cada dermis y de su condición previa a la aplicación de la pintura. Sin embargo, una recomendación general es inclinarse por opciones que contengan la leyenda “dermatológicamente probado”.

¡NO SEAS TU ENEMIGA!

No debe perderse de vista que un rostro maquillado siempre se verá de más años que uno sin pintura (si está bien cuidado, claro). Y si se pintarrajea, en definitiva se aumentarán años de manera instantánea.

A propósito de la edad vale la pena mencionar que conforme se envejece es básico renunciar al uso del rubor, ya que con el paso del tiempo va disminuyendo el volumen de las mejillas y por lo tanto remarcarlas da una apariencia muy teatral.

Por supuesto, no hay una etapa estipulada como la óptima para dejar de ponerse cosméticos así como no la hay para empezar a usarlos. No obstante, es casi un acto de conciencia remarcar la importancia de que su uso en niñas y adolescentes es un error; quizá se vean lindas usándolos pero no sólo pierden su aspecto inocente sino que desde muy jóvenes empiezan a notar los estragos de no dejar respirar adecuadamente a su cutis.

El maquillaje es para sentirse más bella, en cierto grado protegida, más agradable, guapa. Esto genera ganancias a la autoestima. Sin embargo hay quienes llegan a hacerse dependientes de él, se rehúsan a salir a la calle sin pintarse, lo cual visto desde la Psicología refleja una “ocultación de uno mismo”, un intento de cubrir algún tipo de inseguridad, esconderla bajo un polvo o un lápiz.

Aprende a sacarle provecho a tus facciones. No está de más que consideres visitar a un ‘visajista’ (esteticista especializado en la armonía facial) para que te asesore sobre qué productos utilizar y en qué cantidades. Ten siempre presente que el maquillaje es para que luzcas mejor, no se ideó con el fin de dar la impresión de traer una máscara que tapa todo el rostro, ni de que te confundan con el mimo o el payaso que llega a una fiesta. Dale preferencia a un look natural y deja el arreglo más cargado (pero nunca extremo) sólo para ocasiones especiales. ¡Que tu afán por lucir espectacular no te convierta en un espectáculo!

Correo-e: dramayela@hotmail.com

¿APRENDER DE ELLOS?

¿Sabías que muchos hombres se maquillan? Pasa cada vez más y no sólo tratándose de actores y conductores de televisión, sino también de ejecutivos, empresarios y políticos que buscan proyectar siempre un aspecto impecable, evitar que su cara brille, ocultar imperfecciones, disimular bolsas bajo los ojos, corregir la nariz. Si no lo has notado es porque desde luego, ese maquillaje se reduce al mínimo... tal y como debería utilizarlo la mayoría de las mujeres.

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