Un día después de que la Policía Federal rompió el bloqueo de maestros en la autopista México-Acapulco, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que no negociará la reforma educativa.
En una conferencia de prensa durante su gira por China, Peña Nieto no especificó si él ordenó el operativo del viernes por la tarde, pero aseguró que estuvo al tanto de los movimientos de la Policía Federal que desalojó a más de 3 mil miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg).
La Ceteg junto con secciones del sindicato de maestros en el Distrito Federal, Oaxaca, Chiapas y Michoacán, adheridas a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), realiza desde hace varias semanas protestas contra la evaluación docente para decidir la permanencia de los maestros.
Peña Nieto dijo que su gobierno se mantiene abierto al diálogo, pero que la reforma aprobada por el Congreso no tiene marcha atrás.
"La ley no se negocia, la aplicación de una norma tampoco. No puede apelarse a hacer valer el derecho contra el derecho. Mantendremos la ruta del diálogo, pero también de hacer valer la ley", dijo.
El mandatario dijo que la fuerza pública será "el último recurso", pero que el Estado debe ejercerla para respetar derechos.
Aunque durante el desalojo los policías federales fueron agredidos con palos y piedras por parte de los manifestantes, el desalojo no terminó en un enfrentamiento que causara lesionados.
La CNTE denunció el uso de la fuerza pública contra los maestros y llamó a un paro de labores a nivel nacional.
Juan José Ortega, dirigente de la Coordinadora en Michoacán dijo que si no hay respuesta por parte del Gobierno federal a la demanda de negociar la evaluación docente aumentarán las manifestaciones.
Pero ayer integrantes de la Ceteg continuaron sus manifestaciones en Chilpancingo y causaron destrozos en la sede del comité estatal del PRD e irrumpieron en una ceremonia de la Universidad Autónoma de Guerrero.