No se logró la hazaña y el sueño de llegar a otra final quedó inconcluso, sin embargo, la afición lagunera se entregó a su equipo y aunque algunos abandonaron el Estadio Corona antes de que concluyera el partido, la mayoría permaneció fiel a su equipo hasta el final.
La Fiera rugió fuerte y sacó un empate a dos goles con el que accede a la final del futbol mexicano después de 21 años, en que de la mano de Víctor Manuel Vucetich se coronó campeón por última vez.
La afición lagunera se volcó anoche en buen número en el Estadio Corona para apoyar a su equipo y desde el silbatazo inicial agitó los aplaudidores y el grito de ¡Duro, duro! hizo eco en todo el Territorio Santos Modelo.
Desde el primer contacto de Oswaldo Sánchez con el balón y la primera llegada de Santos Laguna al arco defendido por William Yarbrough, hasta el penal ejecutado en tiempo de compensación por Juan Pablo "El Chato'' Rodríguez la afición vivió el partido con gran intensidad.
Los cánticos y porras de La Komún, La Tribu y La Tunelera ambientaron el partido, mientras la gente en las tribunas abucheaba y silbaba cada vez que el León atacaba la portería defendida por Oswaldo Sánchez.
Los aficionados disfrazados de payasos o de luchadores pusieron el color en la tribuna, al igual que un aficionado con unos lentes gigantescos y una dama de la tercera edad con su peluca.
El grito de ¡pu…! se escuchaba con vehemencia cada vez que el portero visitante sacaba de meta. Las decisiones arbitrales de Paúl Delgadillo eran cuestionadas por el público, sobre todo cuando no marcaba correctamente.
La primera parte concluyó sin anotaciones, los jugadores de Santos Laguna fueron despedidos entre aplausos, mientras que los Esmeraldas se fueron al vestidor entre abucheos y silbidos.
La locura estalló en las tribunas cuando Oribe Peralta anotó al minuto 50. La afición gozó a lo grande el gol del Hermoso. Con el festejo renacía la esperanza de remontar el marcador, pero cinco minutos después cayó como "balde de agua fría'' la anotación de Mauro Boselli para empatar el marcador parcial a uno y el global estaba 4-2.
El gol de los Esmeraldas golpeó el ánimo de los jugadores, pero la afición trató de que lo recuperaran agitando las banderas, sonando trompetas y gritando al unísono ¡Santos, Santos!''.
El grito de ¡Sí se puede!, ¡Sí se puede! es ahogado al minuto 89 por el gol de Carlos "El Gullit'' Peña, que sepultó las esperanzas de los Guerreros. Algunos aficionados empezaron a salirse del estadio, pero la afición fiel acompañó hasta el final a sus Guerreros.
Aunque no se logró el pase a la final, los aficionados se pusieron de pie para despedir a Santos Laguna, que ayer luchó hasta el último minuto y cayó con la frente en alto.
Concentración
A las 16:00 horas de ayer se dieron cita alrededor de 500 aficionados en el hotel de concentración del equipo lagunero para animar a los jugadores antes de partir al Territorio Santos Modelo, habiendo salido a las 18:15 horas.
Bajo el lema "Juntos haremos la hazaña'' los jugadores fueron despedidos, mostrando en sus rostros alegría y agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas por parte de los aficionados''.
Las bellas edecanes de El Siglo estuvieron presentes en el Corona.