Alguna vez al presumirle a un amigo chilango el gran auge y desarrollo tanto industrial como poblacional que había tomado nuestra querida Comarca Lagunera (que de lagunera ya no tiene nada), mi amigo dijo lo siguiente: "Con esos dos "riotes" cómo no iba a progresar la Comarca Lagunera, cualquiera lo haría".
Claro, mi amigo conocía un tanto la historia de nuestra región y él se refería a la tan importante influencia que en su tiempo llegaron a tener nuestros ríos Nazas y Aguanaval, y digo, llegaron a tener porque hoy poco o nada han podido hacer nuestros "dos viejos amigos" para detener los maltratos que repetitivamente hemos dado todos los pobladores, amigos que han permanecido en silencio, callados ante la ingratitud de quienes desconocemos nuestra historia, mudos e inofensivos ante los golpes arteros que les hemos dado, que si, aunque mucho les debemos, no hemos tomado conciencia de la gran afectación que hemos ocasionado a "los dos gigantes" a quienes debemos gran parte de lo que somos como ciudad, como región. No hemos tomado en cuenta que el daño hecho a la naturaleza es un daño hecho a nosotros mismos y que tarde o temprano la ley de la vida nos cobrará la factura.
Actualmente es muy común el desabasto de agua tanto en la mayoría de las colonias como en las poblaciones del área rural, y no sólo el desabasto sino la mala calidad del agua, como el arsénico que tantas afectaciones ha originado a la población, población que pasivamente ha observado la erosión de nuestro medio ambiente, de nuestra salud, de nuestras ganas para solucionar un problema que es de todos y a la vez quisiéramos que fuera de nadie, de un problema que diariamente toca a nuestras puertas, de un problema que si en su momento se hubieran tomado las medidas apropiadas, hoy quizá no sería problema, de un problema en el que nuestras autoridades no han formulado políticas reales para corregir el daño y sólo se han limitado a "echarse la bolita unos a otros" y en el que sólo han implementado medidas muy "light" (por lo de los filtros) que de poco o nada sirven para llegar a la raíz del problema.
¿Y cuál es la raíz del problema? Según estudiosos del problema, la solución o parte de ella, radicaría en dejar correr el agua de forma natural por su cauce y con ello recargar el acuífero; valdría preguntarse ¿por qué nuestras autoridades han hecho caso omiso a dicha observación?, o ¿por qué no se ha difundido como debería algo tan importante?, o ¿por qué no se han apoyado las iniciativas que sin afán de lucro se han dejado sentir?
Tal vez las respuestas nunca lleguen, pero antes que respuestas yo quisiera centrarme en las acciones, acciones que se encaminen a que deveras, entre todos nos pongamos a trabajar de forma conjunta y apoyar iniciativas que beneficien a todos; tal es el caso del programa "Irritila", iniciativa que tiene puntos muy importantes para mejorar el abasto y la calidad de nuestros recursos hídricos.
Hoy desde esta humilde columna hago un llamado a empresas, gobiernos, medios de comunicación y población en general a sumarnos a esta iniciativa, y a cualquiera que se enfoque al bien común. Hago un llamado a que dejemos de lado nuestros intereses personales, hago un llamado a que cada quien desde su tribuna haga lo que le corresponda, y aunque quizá es mucho pedir; tengamos agua abundante y de calidad para lo más indispensable o en una de ésas y Dios lo permite, volvamos a convertir a nuestra región en lo que era: "UNA BELLA Y HERMOSA COMARCA LAGUNERA".
¡Hasta la próxima!