Hay diversas teorías macroeconómicas que a partir de los cambios en los esquemas de distribución de la riqueza desde la revolución industrial plantean distintos modelos de producir y comerciar bienes y servicios, Adam Smith por eso de mediados del siglo antepasado creó en su obra "la riqueza de las naciones", la famosa economía de mercado o capitalismo, sistema que reina actualmente en el sistema económico mundial, pero no es éste el que resulta interesante recordar, sino aquél instituido por Maynard Keynes en donde se establece que para recuperar a un país de una recesión, es necesario inyectarle gasto público con el fin de reactivar la economía e incrementar el producto interno, esto porque algo muy parecido intentó Barack Obama en su primer administración, lo que recaló en que se encuentre ahora en el ya célebre "abismo fiscal".
La estadounidense ha sido una economía de claros y oscuros, desde sus inicios agrícolas una vez independiente, pasando por la industrialización del norte y la escisión del esclavismo sureño. La unión de estados americanos ha sido un contexto perfecto para exploraciones económicas de diversas índoles, simplemente es de recalcar la forma en que Franklin Delano Roosevelt los rescató de su primer gran depresión, aplicando de forma magistral en la década de los treinta la teoría económica antes mencionada, llamada keynesianismo, suceso que inspiró a su autor a escribir la obra que registra la teoría, es decir en base a lo acontecido durante "la gran depresión". Keynes proponía idéntico a lo hecho por Roosevelt, que el Estado interviniera activamente en la economía nacional y por medio de la regulación del ingreso y del "gasto público", reactivara la economía y controlara los índices de oferta y demanda, es decir el ingreso y la riqueza. Asumiendo que ha intentado aplicarlo, ¿servirá actualmente este esquema, que otrora fue solución?, y si lo aplicaras ¿de qué forma lo aplicarás o qué variantes debes considerar?, Obama muy probablemente quisiera esa respuesta.
Esta información sirve para pretender dilucidar las causas y encontrar respuestas para que Estados Unidos se encuentre sumergido en un auténtico abismo fiscal, digo "pretender" porque ni los más renombrados economistas del mundo o prominentes politólogos, lo han logrado, en aras de encontrar una salida sin perjudicar los objetivos de estabilidad social. El desarrollo aunque lento se dio en los cuatro años recién terminados de la primer administración de Obama, el año pasado consiguió el nivel de desempleo más bajo en 3 años con un índice de 8.3 %, el Producto Interno Bruto en el segundo trimestre de 2012 fue apenas 5.2 % más alto del obtenido en 2008 (año inicial de la crisis mundial), lo cual es una recuperación moderada, dada la pérdida de empleos que hubo de 1.8 millones entre 2007 y 2009.
Pero a la par de esto tenemos, según datos de la Oficina de estadística del trabajo y la secretaría del Tesoro del gobierno estadounidense, que el gasto público entre 2008 y 2012, fue de 1,478 millones de dólares sólo para rescate bancario, a su vez la cantidad de derechohabientes del Seguro Popular de manutención y comida se incrementó un 70 %, es decir pasó de 22.3 millones a 44.7, a esto le añadimos la política fiscal implementada desde 2011 compuesta de exenciones y recortes fiscales, consistente en impuestos al ingreso, al patrimonio y seguridad social que sólo en el ejercicio de 2011 sumó 410,000 millones de dólares.
Estos números indican que conexo a la postura "keynesiana" que ha asumido, pretende o al menos así lo evidenció de cara a su reelección, mostrar una actitud un tanto "populista", debido a que sigue protegiendo a la abundante clase media y privilegiando las políticas sociales, pero si gastas, necesitas recaudar, como máxima básica de la administración pública, de alguna manera Obama no lo toma en cuenta.
No obstante estos datos, se pronostica, dadas las políticas públicas, los programas sociales y los incrementos de jubilados y desempleados a los que se les garantiza un seguro que proviene de la ley de asistencia asequible y las reformas al régimen de seguridad social (ambas insignias de Obama), que el gasto sea de un 22.5 % de la economía de todo el país. Según un importante politólogo y ensayista llamada Wesley C. Marshall, es impreciso calificar de keynesianas las políticas presupuestarias de Obama, ya que no se basa en "el gasto" sino en "cómo" se gasta y por qué, con lo cual concuerdo ampliamente, simplemente destinar recursos por crear números engañosos a costas del erario para nada se parece a la teoría intervencionista de Manyard y si es que lo intenta, como parece, no lo hace adecuadamente.
Claramente la única salida antes de empezar el año era incrementar impuestos, lo que implica que Obama y los demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado buscan incrementar portentosamente a los que ganen más de 25,000.00, a lo que los republicanos no accederán, por tanto una recesión está en camino si no se revierte ese abismo de 120,000 millones, y creo que todos sabemos lo que implicaría a nuestra tambaleante economía algo así, nuestro padre norteño enfrenta pues serios problemas y no hay nada más que observar qué podamos hacer.