Gorditas. Doña Rosita tiene 34 años con su negocio afuera del Simas Torreón.
Rosa es feliz vendiendo
Gorditas afuera de Simas
La edad no le pesa a doña Rosita. A sus 72 años, se mantiene en su negocio de gorditas donde atiende con una sonrisa a sus clientes.
"No estoy cansada", dice la mujer, que tiene 34 años dedicándose a la venta de gorditas.
Entraron igual
Su puesto está justo a la salida de las oficinas del Simas Torreón.
"Entramos yo y el agua igual", dice, pues se colocó en este punto al día siguiente de que abrieran estas oficinas: "era la necesidad de trabajar, de vender mis gorditas".
Rosa Chacón no sabe leer ni sabe escribir, pero aprendió a hacer las cuentas y eso nunca le ha impedido salir adelante.
Y mientras las administraciones municipales van y vienen, doña Rosa sigue afuera.
"Entró el PAN, el PRI, yo sigo aquí al pie del cañón, hasta que Dios diga me voy", indica. Ha sido tan constante su presencia en este punto que le ha tocado ver que los niños que antes venían acompañados de sus papás hoy son adultos que traen a sus propios hijos.
"Vienen como licenciados, cuando yo los conocí chiquitos, yo estoy muy orgullosa", dice, "aquí encontré mi felicidad".