¿Alergia o intolerancia?
Dar los primeros alimentos al bebé es uno de los logros más significativos para papá y mamá, durante el primer año de vida.
Según especialistas después de los primeros seis meses de vida del bebé se puede intercalar la ingesta de leche materna con otro tipo de alimentos.
Ante este importante avance es necesario que la madre cuide el tipo de alimentos que se le van a proporcionar al o la niña, no sólo en su preparación y contenido nutrimental, sino también en su composición pues pueden detonar alergias.
En ocasiones el sistema inmunológico del bebé reconoce por error, cierto alimento o tipos de alimento como un agente agresor y al ser un cuerpo extraño, se desencadenan diversas manifestaciones que se activan a manera de protección.
La enfermedad puede tener diversas expresiones clínicas como son la aparición de manchas o erupciones en la piel, picazón de boca, ojos, piel, garganta, hasta llegar a causar problemas graves como la dificultad para respirar por el cierre de las vías respiratorias lo que impide el paso del aire a los pulmones y causar asfixia.
Armando Montenegro Fragoso, jefe de pediatría del Hospital General de Gómez Palacio, recomienda a papá y mamá mantener vigilado al bebé cuando se da a probar por primera vez nuevos alimentos.
“Tenemos que ser muy cuidadosos en este aspecto y observar las reacciones de los niños al ingerir determinado alimento porque si en una primera ocasión hubo alguna reacción del niño -como las descritas- tengo que evitar todas aquellos alimentos que pudiera causar daño, hasta con la misma sospecha porque la segunda reacción puede ser más intensa que la primera”, explicó.
Comentó que entre los principales productos que causan reacciones alérgicas a los bebés están los mariscos y todos los extraídos del mar; el huevo, la leche vacuna, cacahuates, soya, nueces, trigo en harinas, cereales precocidos y chocolate.
Otros alimentos son aquellos que contienen aditivos como colorantes y preservantes como el yogur, la gelatina y los alimentos enlatados.
Si el bebé presenta algún tipo de sintomatología relacionada con la alergia alimentaria, los padres deben evaluar el riesgo y en base a él acudir con el especialista. “La recomendación en este caso es ver la reacción si es en la piel nos da el tiempo suficiente como para traer el niño a revisión y valorar el estado en el que se encuentra. Si es algo más delicado como la obstrucción de las vías respiratorias a causa de un edema, hay que acudir a cualquier centro y hospital cercano para atención médica”, indica el pediatra.
Causas
Según el especialista son las proteínas una de las sustancias que desencadenan las reacciones alérgicas en los bebés debido a que todavía no reconocen las de tamaño grande y su cuerpo las identifica como un cuerpo extraño.
Explica que al ingerir el agente alergeno el bebé produce anticuerpos llamados Inmunoglobina E y cuando el alimento se vuelve a ingerir, entonces se produce una sustancia llamada histamina dando paso a los síntomas de la reacción alérgica.
Cuando suceda esto o se tiene la sospecha de reacciones alérgicas a determinado alimento, es necesario que se acuda con el pediatra quien realizará una primera evaluación sobre el problema. El especialista en la salud de los pequeños, tomará la decisión de enviarlo con el alergólogo con el fin de que se realicen las pruebas -que pueden ser de sangre o cutáneas- que ayuden a identificar al agente agresor.
Si las pruebas resultan negativas, entonces se puede tratar de una intolerancia alimentaria, por lo que será el gastroenterólogo el encargado de realizar el diagnóstico y su tratamiento.
Intolerancia alimentaria
Armando Montenegro Fragoso comenta que algunas veces las reacciones alérgicas son confundidas con la intolerancia alimentaria, que es el rechazo del organismo a un determinado alimento y que el más común es la leche.
En términos médicos la intolerancia alimentaria no involucra al sistema inmunológico a diferencia de la reacción alérgica, pues es un trastorno de tipo gastrointestinal que consiste en dificultades del organismo para asimilar un alimento en particular.
La sintomatología varía. Difiere de la alergia debido a que el bebé no logra asimilar el alimento en el organismo y lo rechaza. Esto se manifiesta a través de vómitos, reflujo o alteraciones más intensas como diarrea, distensión abdominal y cólicos.
La intolerancia alimentaria que presentan los bebés por lo general es a la lactosa, puesto que es su principal alimento después de nacer.
Ésta se produce cuando el organismo tiene la incapacidad de producir una enzima para digerir la lactosa, un azúcar presente en la leche de vaca y en la leche materna.
El especialista menciona que ante esta situación se deben practicar estudios en el excremento del bebé en donde se buscan grasas o azúcares y se determina si hay intolerancia a determinado tipo de leche.
“En estos casos básicamente lo que se hace es retirar y sustituir el alimento por otro que pueda proporcionarle la misma calidad que le proporcionaba la leche a la que el bebé es intolerante”, dice el especialista.
Ni la alergia alimentaria ni la intolerancia son curables, únicamente la sintomatología que desencadenan estas enfermedades y cuyo tratamiento se da en base a la manifestación de cada niño.
Armando Montenegro menciona que en el caso de las alergias como en el de la intolerancia alimentaria, no existen estudios que las relacionen directamente con factores hereditarios, es decir no se transmiten de generación en generación, sino que varía en el organismo de cada persona.
Es por eso que ante la inevitable aparición de estas dos enfermedades el especialista menciona que la principal recomendación es evitar la ingesta del alimento que detona los síntomas desde el momento de su detección, para evitar exponer al pequeño a una reacción más agresiva al organismo.
Dice que en cualquier de las dos situaciones es necesario cuidar la integración de productos nuevos a la dieta del pequeño, misma que debe estar conformada por alimentos sanos, preparados en casa y que no contengan colorantes o conservadores.
Además los padres deberán estar atentos a las reacciones de sus pequeños hijos o hijas, lo que en el caso de la llegada de un nuevo integrante al hogar, no es difícil, pues aunque no sea el primero, cada uno es único y por lo tanto mamá y papá seguro estarán al pendiente de los avances que vaya presentando, que por mínimos que sean, para ellos se convertirán en logros.