Peyton Manning, dejó los entrenamientos de hoy porque se sometió a tratamiento para aliviar el tobillo lastimado que le ha estado molestando. (AP)
Sigue acumulando estadísticas, al igual que victorias. No obstante, cualquiera que sea observador puede percibir que algo no está del todo bien con Peyton Manning.
Esa percepción apareció nuevamente el miércoles.
De cara al siguiente compromiso, frente a los invictos Chiefs de Kansas City, Manning no participó en la primera práctica de la semana para dar descanso a sus delicados tobillos.
"Prefiero estar en el terreno, pero al mismo tiempo, yo hago lo que es mejor para el equipo y para poder estar saludable", dijo Manning, quien participó en el repaso de jugadas con el equipo antes de dirigirse a la sala de masajes para realizar ejercicios de rehabilitación.
No es que sea inusual que se otorgue de vez en cuando un día de descanso a un veterano con 16 años en la liga, o que sea una mala idea dar al quarterback reservista Brock Osweile algo de trabajo, que mucho necesita.
Pero a Manning no le agrada perderse prácticas, como dijo a su entrenador y a su kinesiólogo hace tres semanas, cuando su lastimado tobillo (o tobillos, según la fuente de la información) le hizo perderse por primera vez como Bronco una práctica de temporada regular.
En esta ocasión, señaló que desde el lunes estaba bastante resignado a no participar en la práctica, cuando una resonancia magnética mostró que no hubo más daño a su tobillo derecho después de un golpe del lineman Corey Liuget, de los Chargers de San Diego.
"Le sucede a muchos chicos: Champ (Bailey), Wes (Welker)", dijo Manning. "No sé si se trata de una cosa de la edad o qué. He realizado muchos ajustes en estos últimos dos años en este punto de mi carrera y éste es sólo uno más de ellos".
Más que la pérdida de un a práctica o dos, es la forma en que se ha visto Manning en el campo las últimas semanas lo que ha causado algo de preocupación.