Colombia vivirá una polarización por la campaña electoral para renovar el Congreso y elegir presidente de la República, en la que la oposición intentará debilitar el proceso de paz, afirmó hoy el analista Alvaro Villarraga.
El investigador social aseguró que, a instancias de la contienda política, “se ha llegado a niveles peligrosos, como el de revelar información (secreta) del Estado” que pudo poner en riesgo la negociación de paz.
Villarraga se refería a la publicación del ex mandatario Alvaro Uribe (2002-2010) de las coordenadas del sitio desde donde partirían voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hacia Cuba para participar en los diálogos.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC sostienen desde noviembre pasado negociaciones para acabar con 50 años de conflicto armado interno, proceso que tiene a Uribe como su mayor opositor, ya que es partidario de la salida militar.
“Es claro que existe la intención de debilitar el proceso de paz por parte de quienes están en desacuerdo con una salida negociada, por lo que se necesita de un amplio apoyo de la sociedad para que los diálogos tengan éxito”, dijo Villarraga.
Citó el caso del aspirante presidencial Francisco Santos, cercano a Uribe, quien instaló vallas en las que se exhiben fotografías del jefe guerrillero Iván Márquez y el extinto narcotraficante Pablo Escobar como asesinos de policías.
Según el director de la Fundación Cultura Democrática, con ese tipo de avisos en las calles “se busca atacar el proceso de paz” y “deslegitimar” a Márquez como negociador de las FARC en los diálogos con el gobierno colombiano, que tienen a Cuba como sede.
“Son vallas agresivas, con referencia a la violencia, que descalifican a los interlocutores de la guerrilla en las negociaciones”, las cuales avanzan con Cuba y Noruega como garantes y a Venezuela y Chile como acompañantes.
Al defender la instalación de las pancartas, Francisco Santos aclaró que sólo intenta “censurar cualquier posibilidad de impunidad (que pueda darse a instancias del proceso de paz) porque a las víctimas hay que respetarlas”.
Analistas creen que con los ataques al diálogo entre el gobierno y las FARC, sus opositores intentan evitar que la negociación tenga éxito, lo que mermaría la posibilidad de una reelección de Santos en los comicios de mayo de 2014.
Según los expertos, Santos le estaría apostando a un acuerdo de paz con la más numerosa y antigua guerrilla del continente, que de lograrse le garantizaría al gobernante colombiano su permanencia en el poder por otros cuatro años.
