Alfonso Cuarón, un cineasta sin pasaporte

Alfonso Cuarón es considerado uno de los principales exponentes del nuevo cine mexicano, aquel movimiento que empezó a romper con el estereotipado cine nacional que se produjo en los 70 y 80. En 1993 estrenó su primer largometraje y ahora, después de 20 años, llega nuevamente a la pantalla grande con su brillante thriller espacial, “Gravedad”, probando que no hay límites en el universo de Cuarón para contar, de una excepcional forma, una gran historia.

Formando una ideología

Alfonso Cuarón nació en la Ciudad de México en 1961, es hijo de un doctor y una ama de casa, y creció en un ambiente familiar bastante normal. Cuarón siempre tuvo una inquietud inmensa por conocer nuevos mundos, cuando niño, tenía dos sueños, uno era el ser astronauta, para poder viajar hacia las estrellas y descubrir otras realidades, el otro, era el de ser director de cine. En su cumpleaños número 12, recibió como regalo una videocámara con la que comenzó a grabar todo lo que podía, mostrando ocasionalmente los resultados a su familia. Cuarón también pasaba un buen tiempo viendo todo el cine que estaba disponible en la Ciudad de México en ese entonces; John Ford, Vittorio de Sica y Felipe Cazals son sólo algunos de los directores que lo cautivaron e inspiraron a seguir en su camino hacia la cinematografía. Cerca de su casa se encontraban los legendarios Estudios Churubusco, construidos y financiados en 1945 por la empresa estadounidense RKO Radio Pictures y desde una temprana edad, él ya estaba adentro de estos viendo como se hacían las películas.

Como su sueño de ser astronauta no se materializó, Cuarón decidió construir una carrera en el cine. Inició a estudiar en el CUEC (Centro Universitario de Estudios Cinematográficos) en la UNAM durante las tardes ya que, como su madre no apoyaba su carrera en el cine, cursaba durante las mañanas la carrera de Filosofía.

Alfonso Cuarón disfrutó de su escuela de cine, ya que se topó con personas con las que se entendió bastante bien y con los que, hasta la fecha aún trabaja, sin embargo, tuvo que dejar sus estudios ya que fue expulsado del centro por hacer un cortometraje en inglés. Durante aquel tiempo en el CUEC, los estudiantes trataban de hacer productos llenos de ideologías políticas, y como la forma de pensar de Cuarón era un poco contraria a ésta, su trabajo fue tachado de fascista, macho y burgués. Cuarón veía el cine con un enfoque más global, él creía que al hacer un cortometraje en Inglés tendría más oportunidades de comercializarlo en el mundo e insistía en que se podía hacer una obra con contenido político sin caer en la mera propaganda.

Después de salir del CUEC, Cuarón se hizo cargo del cineclub del Museo Nacional de Arte (MUNAL) y empezó a trabajar como asistente de dirección en varias producciones nacionales, sin embargo, su primera oportunidad como director la tuvo en la televisión, dirigiendo episodios de “La hora marcada”, donde conoció a Guillermo del Toro.

Filmando otros mundos

El tiempo pasó y Cuarón sintió la necesidad de empezar a escribir su primera película, junto con su hermano Carlos, desarrolló el guión que, con ayuda de inversionistas privados y del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), se convertiría en su primer largometraje “Sólo con tu pareja”. Esta historia fue muy fresca en su tiempo, pues presentaba ante el mundo un México moderno con personajes carismáticos y cercanos a la realidad de la sociedad universal, con la que logró, junto con otros directores como Carlos Carrera y Alfonso Arau, que los mexicanos volvieran a las salas de cine a ver producciones nacionales. Como el gobierno mexicano censuró la obra en el país, debido a problemas burocráticos y de clasificación, Cuarón decidió llevar su película a distintos festivales y mercados en el mundo, lo que ocasionó que fuera contratado como director en Estados Unidos, empezando a trabajar bajo las reglas de otra sociedad e industria. Comenzó haciendo un episodio para una importante serie de televisión estadounidense y después se encargó de la dirección de varias obras, en las que se encuentran “La princesita” y “Grandes esperanzas”, protagonizada por Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow.

Esta última película fue destrozada por la crítica internacional y fue un fracaso en la taquilla mundial, lo que ocasionó que Cuarón decidiera replantear el camino que estaba tomando su carrera y tomar un mayor control de sus obras futuras, lo que lo orilló a volver a México y hacer una nueva película en su país.

Esta película fue “Y tu mamá también”, obra que puso de nuevo a la cinematografía nacional en el mapa, además de ser nominada a muchos premios internacionales, incluido El Oscar.

Un cineasta versátil y exuberante

Aún cuando Cuarón es una pieza clave del cine mexicano y es considerado en el mundo como un cineasta totalmente mexicano, en su carrera no abundan las producciones hechas en México, desde “Y tu mamá también”, no ha dirigido una película en el país. Sin importar la barrera del lenguaje, ha logrado trabajar en proyectos en distintos países dentro de cuatro distintas industrias, lo que lo convierte más bien, como diría el historiador de cine Thomas Elsaesser, en un cineasta sin pasaporte, un director de cine mundial que está obligado a contar una historia, no importa donde esté. La habilidad de Cuarón para cambiar de escenario a la hora de trabajar, lo ha convertido en una intrigante y ejemplar figura en el mundo del cine contemporáneo, mostrando en sus películas una remarcada exuberancia y versatilidad. Este estilo define el trabajo de este gran director, y se puede apreciar perfectamente en su majestuosa película, “Gravedad”, producción que es considerada por algunos críticos de medios como “Rolling Stone”, “IndieWire” y “Forbes” como una obra maestra.

Conquistando el espacio

La última película de Alfonso Cuarón cuenta la historia de una sobreviviente de un catastrófico accidente en el espacio exterior que trata desesperadamente por regresar a casa. Es un thriller que toca temas de inocencia antes explorados en su trabajo en “La princesita”, sin embargo, es también su obra más ambiciosa a la fecha y está protagonizada por George Clooney y Sandra Bullock. El proyecto fue escrito por Cuarón, su hijo Jonas, el colombiano Rodrigo García, hijo del escrito Gabriel García Márquez y producido por David Heyman, el productor de las películas de Harry Potter.

Con esta película, Alfonso Cuarón no sólo llega al espacio como soñaba de niño, sino que también da muestra de su gran talento y habilidad para contar historias universales y exhibe, una vez más, la ideología que formó en su época de estudiante en el CUEC, en la que apostaba por crear películas rentables sin sacrificar su lado artístico o político.