Advertencia. La actriz ha comenzado a dar signos de desesperación y amenaza con incumplir la sentencia dentro de la clínica.
La rehabilitación de Lindsay Lohan no ha sido fácil. Tal y como se esperaba, la actriz y cantante ha comenzado a dar signos de desesperación y amenaza con incumplir la sentencia que le fue impuesta por el juez que la condenó a tres meses interna en un centro de rehabilitación.
Lohan se encuentra así en el Betty Ford Center, institución famosa por ayudar a la rehabilitación de celebridades. Pero hasta ahora no han podido con Lohan.
En el episodio más reciente de crisis, Lindsay se enfrentó a los médicos del centro, quienes decidieron quitarle el Adderall, un medicamento que la actriz supuestamente necesita porque sufre desorden de atención e hiperactividad.
Pero los médicos, luego de una evaluación, han dictaminado que no es cierto. La regla general, de hecho, es que ese medicamento no se administra a mayores de 15 años porque es una droga poderosa que en realidad, puede ser utilizada como su sustituto por adictos.
De acuerdo con el portal TMZ, muchas celebridades de Hollywood utilizan estas píldoras para otras cosas, incluyendo para bajar de peso.
En su crisis por la falta de Aderall, Lohan amenazó con abandonar el Betty Ford. Le ha dicho a varios amigos que quiere cambiarse a otro centro donde sí le permitan tener su dosis.
La estancia de Lohan ha sido especialmente dura. Aunque a algunos pacientes del Centro Betty Ford se les permite salir en ocasiones, la actriz no tiene ese privilegio. De acuerdo con la revista People, Lohan sólo puede salir a caminar en los jardines del lugar en el que estará recluida por 90 días.