Pese a que confían en remontar el marcador en la final del Apertura 2013, las Águilas se sienten perjudicadas por el silbante César Ramos. (ARCHIVO)
El América volvió de León con la boca seca y la mandíbula apretada.
Pese a que confían en remontar el marcador en la final del Apertura 2013, las Águilas se sienten perjudicadas por el silbante César Ramos.
"Hubo dos penaltis clarísimos que no se marcan, y uno con expulsión integrada, el que le hacen a (Gabriel) Rey, pero no pasa nada y vamos a darle vuelta al marcador", aseguró Ricardo Peláez, presidente deportivo del club.
"Contra Tigres y Toluca, como a lo mejor era en favor del América, era un escándalo. Y ahora que es en contra, no se marcan", reclamó.
Las Águilas regresan a los entrenamientos la tarde de este viernes.