A pocos días de las elecciones y situándonos en un clima donde las campañas poco a poco se han ido calentando o mejor dicho están poniéndose al rojo vivo, y no precisamente por lo interesante o propositivo de nuestros candidatos sino por la suciedad y la ofensiva de las mismas, campañas basura que algunos formulan ya sea por el hecho de estar faltos de propuestas, por el destapar la cloaca donde muchos han vivido, o casi casi por hacer el ridículo ante la opinión pública.
Hay un hecho que ha causado y que a mi parecer en estos días seguirá causando gran revuelo, y es que para Acción Nacional las denuncias de malos manejos de programas sociales a favor del PRI se ha convertido en su mejor propuesta de campaña, en el timón que maneja el barco de la vergüenza de su no muy distante tercer lugar en las elecciones presidenciales pasadas, en el escudo de una campaña que parece repetirá los resultados de 2012; con esto no pretendo tomar partido, pero el hecho no es denunciar o subrayar las cochinadas del rival, pues hace no mucho cuando todo era "azul" las marrullerías sobraron y lo que hoy se señala en contra de algunos, era ya una constante propia.
Dirá usted y por qué el comentario, hace un año me encontraba ya de vacaciones en mi hogar, más o menos por estas fechas, en el barrio se oían rumores de empleo temporal por dos semanas, "que por apoyo a la sequía", entrega de despensas al por mayor por parte de Sedesol, único requisito para recibir el beneficio: votar por el blanquiazul el 1 de julio , y eso no fue todo: habría un "incentivo adicional" si se demostraba haber apoyado a JVM (Josefina Vázquez Mota para los que ya lo olvidaron) el día de la elección, todo esto fue sólo una muestra de lo que ocurrió en el proceso electoral, claro que no recibí ningún beneficio, pues no confiaron en mi apoyo incondicional a su "noble causa".
Hoy es verdaderamente denigrante y desgastante el que se señalen hechos que hace no mucho caracterizaban a quien encabezaba nuestro gobierno federal y no precisamente porque sea o no lo correcto, sino porque si antes no se veía la viga en el ojo propio, hoy sí se ve la paja en la del prójimo, y más que culpar o no a quien presuntamente hoy manipula los programas sociales, sería mejor el que Acción Nacional se cuestione con una verdadera autocrítica: ¿Por qué antes no se juzgaba de igual manera? , ¿por qué se hacía lo que hoy se censura? , ¿cuáles han sido las causas de sus reiteradas derrotas?, ¿por qué no hay una verdadera crítica hacia el interior del partido?, ¿por qué antes sí y hoy no? , ¿por qué la desbandada de tanto simpatizante?, ¿por qué sus estrategias y campañas basura ya no funcionan?, ¿por qué tanta división dentro de su estructura?
Podría seguir con los porqués, pero para qué recalcar lo inobjetable, la verdad con tanta divergencia y desunión no se ve ni cómo, ni por dónde y aunque para el partido Azul pudiera darse una sorpresa en los resultados electorales, hoy termino mi columna con otras tres preguntas para Acción Nacional: ¿Con tanta división interna cómo piensan ganar las elecciones?, ¿qué culpa tienen los miles de beneficiarios que dependen en gran medida de los programas sociales para que hoy se les suspendan por motivos electorales?, y ¿verdad que no es igual estar arriba y estar abajo? ¡Hasta la próxima!
