Dialogo. El embajador de EU en España, James Costos, a su llegada al Palacio de Santa Cruz.
Estados Unidos podría perder acceso a una importante herramienta legal usada para rastrear dinero de terroristas, dijeron ayer lunes funcionarios alemanes, mientras Europa evalúa su respuesta a las afirmaciones de que los estadounidenses espiaron a sus aliados europeos más cercanos.
España es el más reciente aliado que exige respuestas luego de un diario español reportó que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) vigiló más de 60 millones de llamadas telefónicas en la nación ibérica tan sólo en un mes. El reporte del diario El Mundo surgió después de las acusaciones de espionaje en masa de la NSA en Francia y Alemania, incluida la intervención del teléfono celular de la canciller alemana Angela Merkel.
Dado que los líderes europeos se encuentran insatisfechos con las explicaciones de Estados Unidos hasta el momento, las autoridades han estado proponiendo ideas para presionar a Washington a proveer detalles sobre el espionaje y garantías de que la práctica será acotada. El desafío es enviar un mensaje enérgico a Washington contra el espionaje a ciudadanos e instituciones de Europa.
Las autoridades alemanas citaron la resolución no vinculante aprobada la semana pasada por el Parlamento Europeo para suspender un acuerdo forjado después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 que permite a los estadounidenses tener acceso a datos de transferencias bancarias para rastrear el flujo de dinero terrorista.
La ministra alemana, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, dijo que creía que los estadounidenses estaban usando la información para reunir datos de inteligencia económica además de información sobre terrorismo, y que el acuerdo, conocido popularmente como SWIFT, debía suspenderse.
Amenaza actuar contra prensa
El primer ministro británico David Cameron amenazó ayer lunes con tomar acciones -que no especificó- por las revelaciones diario The Guardian de material de inteligencia estadounidense, y agregó que las autoridades encontrarán difícil contenerse si los medios de comunicación no muestran suficiente control sobre lo que publican.
Gran Bretaña no tiene una garantía de protección a la libertad de prensa ante la inferencia oficial, como la Primera Enmienda constitucional que tiene Estados Unidos. Además, su Ley de Secretos Oficiales castiga la revelación no autorizada de material clasificado, aunque gobiernos sucesivos generalmente han dependido del cabildeo informal para mantener fuera de las noticias las historias secretas de seguridad nacional.
A pesar de una serie de artículos de The Guardian que detallan la recusación de datos de inteligencia de Gran Bretaña y Estados Unidos, el gobierno de Cameron hasta ahora ha optado por no acudir a la corte para silenciar al diario. Pero en una sesión de preguntas y respuestas con legisladores, Cameron dijo que la paciencia de su gobierno se está agotando.
MILLONES
de llamadas en España fueron espiadas por EU.