Brasil exhumó los restos mortales del expresidente Joao Goulart para someterlos a exámenes que puedan indicar si murió de ataque cardiaco, como fue informado hace 37 años, o si fue envenenado como parte de la Operación Cóndor.
La exhumación de los restos del presidente derrocado por el golpe militar de 1964 se prolongó por más de trece horas y fue coordinada por peritos brasileños y la participación de especialistas de Cuba indicados por la familia del exmandatario, así como de Argentina y Uruguay, países en los que vivió exiliado señalaron las autoridades.