Todo apunta a que Andrés Granier Melo, el hombre que en sus parrandas y efluvios etílicos, presumía a sus guaruras poseer un guardarropa "Totalmente Palacio"-trescientos pares de zapatos, cuatrocientos trajes, mil camisas- que nunca utilizó en su estado natal pues "ahí andaba en fachas", muy pronto estrenará camisa, pero a rayas. Al momento en que escribo estas líneas, el exgobernador de Tabasco, ha sido dado de alta de un hospital capitalino por el supuesto padecimiento cardiaco que muchos ponen en duda al considerarlo una mera estrategia legal de su defensa para ganar tiempo, y trasladado a una subsede de la Procuraduría General de la República.
Sobre Granier Melo pesaron dos órdenes de aprehensión, y se le acusa por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, denominado también lavado de dinero. Nos dicen quienes saben, que en esta ocasión y al igual que ocurrió con Elba Esther Gordillo, aquí no se trata de un montaje y que, ahora sí, el Gobierno de la República va en serio contra el exgobernador, pues cuentan con la evidencia suficiente para refundirlo en prisión. Pasará no pocos meses en la cárcel dada la gravedad de los delitos que se le imputan, afirman, y ello inevitablemente subirá los bonos y credibilidad de Enrique Peña Nieto, tras sus afirmaciones en el sentido de que nadie, aún tratándose de miembros de su equipo, estaría por encima de la ley.
En los seis meses transcurridos desde que iniciara el sexenio, con las detenciones tanto de Elba como de Granier, son dos los personajes de alto perfil y otrora intocables, viéndoselas negras con la justicia. Cabe esperar y ver qué tan dispuesto está el Presidente Peña a llamar a otros a cuentas, pues del mismo modo en que se le aplauden estas acciones, también se habla de justicia selectiva, más para acallar la mala fama del PRI protector de tropelías y delincuentes, que por otra cosa. Al tiempo, y ya se verá si ocurre lo mismo con otros exgobernadores que, de forma demencial y muy poco clara, endeudaron a sus estados, y que a la fecha no han dado cuenta de ello. No me pidan ejemplos, ¿verdad Humberto?
Meses antes de asumir la gubernatura, Arturo Nuñez Jiménez, el actual gobernador, ya daba cuenta del desfalco en las arcas del estado, los gastos sin explicar en distintos rubros del presupuesto y en varias dependencias, así como el supuesto enriquecimiento ilícito de colaboradores muy cercanos a su antecesor, entre ellos, el extesorero a cargo de las finanzas estatales, José Manuel Saíz Pineda, quien hoy está preso tras su intentona de huir hacia Estados Unidos y, al serle negada la visa, solicitó asilo político.
Lo cierto es que de no ser por las denuncias de Arturo Núñez, quien se atrevió a alzar la voz y a casi desafiar al Presidente Peña, probablemente Granier seguiría viviendo cómodamente y a todo lujo como acostumbra, en Miami, donde nunca se quejó de dolencias ni afectaciones en su salud. Hoy Andrés Granier, diciéndose víctima de una persecución muy al estilo de otros políticos -recuerda, amable lector, el célebre "Aquí el ofendido soy yo" de Humberto Moreira- pide un proceso justo y apegado a derecho, así como la presunción de inocencia. También y a nombre de su cliente José Manuel Saíz Pineda, ha hecho lo propio el abogado Xavier Olea, con quien hablé en pasados días. Xavier me dijo que "en Tabasco no hubo desfalco, y que Saíz Pineda ya era un hombre adinerado mucho antes de hacerse cargo del presupuesto estatal".
En fin, veremos en qué acaba toda esta maraña hoy que se ha puesto tan de moda entre nuestra clase política el "ser perseguidos", "no estar enterados", "haber caído en las garras de la justicia selectiva" o "gozar de fortunas que rondan en los cientos o miles de millones", pero que todos debiésemos entender pues se detallan en sus respectivas declaraciones patrimoniales y nosotros los ciudadanos, tontamente no entendemos que "se trata de donaciones"…
Twitter @patoloquasto
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