Visita. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, junto al gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.
Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) se sumaron este jueves a la manifestación de estudiantes normalistas que protestaron por la liberación de dos policías ministeriales, presuntos autores materiales de la muerte de dos de sus compañeros, en diciembre de 2011.
Ayer jueves, los dirigentes de la CETEG no participaron en la movilización. En entrevista telefónica, Minervino Morán, vocero del magisterio disidente, afirmó que no se están escondiendo y que harán frente a órdenes de aprehensión que hay en contra de él y del secretario general, Gonzalo Juárez, incluso por la vía legal mediante un amparo. Pero reiteró que las movilizaciones continuarán "con diversas modalidades".
"Si el gobernador intenta detener a la dirigencia, eso va a recrudecer más las movilizaciones, la confrontación, y se van a polarizar las cosas", advirtió el también coordinador la Zona Centro del movimiento. Morán refirió que aun cuando ambas partes han señalado que el diálogo está agotado debe buscarse una salida al conflicto en Guerrero, que pudiera ser por medio de la intermediación de la Secretaría de Gobernación o de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación.
En tanto, luego de colocar en la Procuraduría General de Justicia Estatal dos coronas de flores blancas con los nombres de Jorge Alexis Herrera y Gabriel Echeverría, normalistas muertos el 12 de diciembre de 2011, la marcha pasó por las instalaciones de la Sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde con piedras y palos rompieron tres ventanales del edificio de la cafetería.
Al pasar por la Ciudad Judicial, el contingente impidió el paso de los trabajadores. Desde lejos, los funcionarios escuchaban las consignas en contra del gobernador Ángel Aguirre, y el reclamo de justicia de los estudiantes normalistas. La última parada fue en el Centro Estatal de Readaptación Social de Chilpancingo, donde los policías ministeriales estuvieron recluidos casi 16 meses, y los liberados, por falta de pruebas. De ahí normalistas y cetegistas regresaron a su plantón.
Reprueba Peña violencia
El presidente Enrique Peña Nieto reprobó los hechos de violencia ocurridos el miércoles pasado en Chilpancingo y refrendó su apoyo al gobierno de Guerrero para la vigencia del Estado de derecho en la entidad.
El mandatario advirtió que la violencia no es instrumento para alcanzar objetivos y sostuvo que el Gobierno de la República está en la mejor disposición institucional para dar vigencia plena al apego a la ley.
"El gobierno reprueba los hechos de violencia que lamentablemente se vivieron en la ciudad capital de este gran estado", condenó al iniciar su discurso ante los banqueros del país. Acompañado por los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray; de Desarrollo Social, Rosario Robles, así como del gobernador Ángel Aguirre, el jefe del Ejecutivo ofreció el respaldo al mandatario estatal para que prevalezca la legalidad.