Apuestan por nuevos contratos

La reforma del sector energético tendrá un fuerte componente petrolero que incluirá, por supuesto, una nueva relación con el capital privado en las áreas más importantes: exploración y producción.

Arturo Carranza, consultor del sector privado, lo tiene muy claro. Las expectativas que se tienen son muy altas, incluso se espera una reforma constitucional que permita los contratos riesgo y las asociaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) con empresas privadas, pero eso no implica que se vaya a lograr.

Hay muchas dudas sobre los alcances que se puedan tener en la reforma porque incluso hoy en día no hay mucha claridad sobre el tipo de reforma que se puede alcanzar con los mecanismos que se tienen como es el Pacto por México, explica.

El debate tiene que ver sustancialmente con temas políticos, ideológicos, económicos y petroleros, saber en este momento el alcance de la reforma es muy difícil porque no se ha presentado nada aún y el ambiente es de verdad confuso.

El debate se va a concentrar en exploración y producción, pero en realidad se necesita que también se lleve a cabo un trabajo sobre la parte industrial que es la refinación y la petroquímica, tanto la básica como la secundaria, señala.

Un esquema que se podría utilizar es el usado por la Comisión Federal de Electricidad que le compra energía eléctrica a los privados y se podría usar algo similar para la producción de gasolinas o diesel, productos donde somos altamente deficitarios, señaló el consultor.

El caso es que la renta petrolera en los últimos seis años ha terminado en gasto corriente, las importaciones se han desbordado de tal forma que buena parte de los recursos obtenidos por la explotación de un recurso no renovable no terminan en la construcción de infraestructura.

Desde 2008 y hasta mayo pasado las compras de petrolíferos al exterior suman los 125 mil 117.2 millones de dólares, según los Indicadores Petroleros de Pemex.

Las exportaciones de petróleo, en el mismo período, suman 172 mil 378 millones de dólares. Lo que significa que de la renta petrolera obtenida por Pemex, 72% se ha destinado al consumo de productos que se podrían haber hecho en el país.

Cada año, entre 2008 y 2013, la paraestatal invierte en la paraestatal unos 20.5 mil millones de dólares, es decir, en total se han invertido unos 123.2 mil millones de dólares, una cantidad similar a la que se ha tenido que gastar en importaciones de petrolíferos.

Carlos Huerta, especialista en materia petrolera, dice que no hay prisa por sacar la reforma energética y deberá ser una decisión del gobierno el saber hasta dónde la quiere llevar, pero hay elementos que son indudablemente parte del proceso.

Uno de ellos es el esquema fiscal al que está sujeto Pemex, no puede seguir con los actuales cargos y montos, no se puede pensar en continuar tal como está ahora, ninguna empresa petrolera en el mundo está en esas condiciones, expresa.

Huerta ha hecho varios análisis sobre los temas de las empresas petroleras del mundo, lo mismo ha revisado el modelo de Brasil que el de Noruega, ambos con empresas nacionales, y ha revisado cómo funcionan las petroleras. En general todas tienen los siguientes elementos: autonomía de gestión, gobierno corporativo, generación de valor y presupuesto.

Pasar de este punto a compartir la riqueza petrolera con otras empresas pues es otra cosa. Los contratos de riesgo son diferentes y hasta ahora no es un tema que sea muy aceptado en una buena parte de la clase política.

Los privados quieren su parte del pastel. El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) presentó su posición: la reforma constitucional no sólo es imprescindible sino es una responsabilidad política y una obligación ética del Poder Legislativo y los partidos políticos.

"La reforma constitucional es la llave para que 310 mil mexicanos más puedan acceder a nuevos empleos adicionales cada año. Esto representa, por ejemplo, que se podría emplear anualmente a la totalidad de la Población Económicamente Activa de una nueva ciudad del tamaño de Saltillo o Villahermosa", señalan.