He sido un buen fisonomista, por lo que me grabo en la memoria las caras, los gestos, las particularidades de los rostros, las miradas y desde luego las expresiones faciales de los individuos con quienes converso, y a quienes escucho. Esto incluye a la voz, sus tonalidades y sus defectos, la tos discreta y aun la tos molesta; esa que nos impide dormir con tranquilidad.
O las toses discretas, agudas, toscas y las provocativas. Hablé hace tiempo con un amigo radicado en la Región Lagunera, y como ha sido mi costumbre incluí en mi saludo a mis buenas amistades. Luego alguien me dio un "Siglo de Torreón" y encontré impreso en una de sus páginas el rostro del licenciado Antonio Irazoqui y de Juambelz, sonriendo con la misma expresión que brindó siempre a los visitantes de "El Siglo de Torreón" y me dio gusto verlo de nuevo. La foto es parte de un aviso a los lectores sobre la próxima salida a luz de una más de sus obras editoriales: "Nau-Yaca en El Siglo de Torreón".
Así fue imposible ignorar que la dicha edición sería una colección de sus espléndidos artículos de diaria publicación y justamente, como se anuncia en el texto explicativo.
Nau-Yaca es un justo homenaje editorial a la divertida serie de artículos que don Antonio Irazoqui publicó en "El Siglo", periódico en el cual he publicado durante muchos años. Me prometí leer esta obra, así fuese parcialmente, pero me alegró enterarme de que su próxima edición sería un justo homenaje a Toño Irazoqui y de Juambelz por su tesonera labor editorial, sólo suspendida debido a su última enfermedad y muerte posterior.
Homenajeándole así como lo merece su memoria, la presentación de este documento tendrá el doble motivo de honrar su trabajo y su memoria, tarea que estará a cargo de los editorialistas titulares de El Siglo: la escritora Adela Celorio, mi amigo Germán Froto y Madariaga, y Elvia Santacruz Polendo, quienes realizarán parte del justo homenaje que nosotros, los miles de lectores "sigleros" le somos deudores. Lástima grande que este servidor no pueda vivir estos solemnes momentos, en que harán presencia el dibujante Roberto Pérez Jiménez, importante colaborador del periódico, Víctor González Avelar, sesudo editorialista, el buen amigo y viejo "siglero" Gilberto Serna, don Juan Adolfo Von Bertrab y nuevamente mi admirado Germán Froto y Madariaga. Refriteo aquí parte de la nota aparecida en "El Siglo" y solicito de mis lectores el consabido perdón. Me uno a cada uno de ustedes en la pena.
