Aromas benéficos
Cuando escuchamos sobre la aromaterapia, generalmente pensamos en una terapia alternativa basada en olores que nos llenarán de un bienestar pasajero, sobre todo a nivel emocional. Sin embargo, la aromaterapia va más allá de esto, pues a través de los aromas se puede llegar a mitigar dolores muy fuertes e incluso a aliviar ciertas enfermedades.
La base de la aromaterapia son los aceites esenciales, una mezcla de varios elementos naturales, como flores, tallo, hojas, costra del árbol, pistilos, etc. “Estos aceites se pueden obtener por maceración o por destilación, dependiendo del elemento”, explica la señora Elvia Valenzuela, Gerente regional en la distribución de la línea de aromaterapia Just, con experiencia de 17 años. “Para sacar un litro de aceite de naranja se necesitan 500 kilos de cáscara de naranja; para un litro de aceite de jazmín se requiere una tonelada de flores, es por ello que los aceites esenciales son tan puros y concentrados”, explica.
Es muy importante que en la aromaterapia se empleen aceites esenciales puros, pues de lo contrario el efecto no será el mismo. “Hay aceites esenciales devaluados, sin la pureza necesaria, nada más los pones en el aromatizador y te pueden ayudar, pero no a fondo”, explica la señora Valenzuela. “Si un aceite es puro, unas cuantas gotas te van a ayudar al 100 por ciento, tanto si las empleas inhaladas como aplicadas en la piel”.
Bienestar físico y emocional
Estos son los aceites esenciales y los malestares para los que están indicados.
Bergamota: Sentimientos de tristeza, decaimiento.
Eucalipto: Fiebre, enfermedades respiratorias, ambiente contaminado, higiene bucal.
Geranio: Estados de ánimo cambiantes, síndrome premenstrual.
Jazmín: Ansiedad, timidez, inhibición en encuentros amorosos, dolor menstrual.
Lavanda: Estrés, tensión nerviosa, ansiedad, insomnio, hemorroides, cistitis, quemaduras en la piel por efecto del sol, quemaduras leves, piel reseca pro dermatitis, eczemas, prurito, alergias, picaduras de insectos.
Limón: Falta de inspiración y creatividad, celulitis.
Manzanilla: Insomnio, pesadez estomacal, cistitis, dolor menstrual.
Menta: Falta de concentración, tensión que ocasiona migraña, fiebre, enfermedades respiratorias, higiene bucal, náuseas, pies y piernas cansadas.
Naranja: Irritabilidad.
Neroli: Insomnio, dolor menstrual.
Palmarosa: Estrés, tensión nerviosa, ansiedad, problemas en la piel
Romero: Cansancio y agotamiento, caída del cabello.
Tea Tree: Cuidado post parto, higiene íntima, hemorroides, cistitis, sinusitis, grietas en los labios, llagas, aftas, renovación celular tras la aparición de ampollas, herpes, forúnculos, infecciones y hongos en la piel, picaduras de insectos, descamaciones por caspa, contagio de piojos.
Tomillo: Enfermedades respiratorias
Óleo 31: Mareos, o decaimiento provocados por baja presión, pesadez relacionada con la ingesta de alimentos, verrugas.
Anti estrés: Insomnio, estrés, ansiedad, irritabilidad.
Melisa: Higiene del bebé
Los aceites que tienen más demanda son: tomillo, eucalipto, melisa, óleo 31, anti estrés y tea tree. Todos se pueden usar en niños y adultos de cualquier edad, excepto el óleo 31 y el anti estrés, pues están compuestos por una combinación de aceites esenciales y resultan más fuertes para el menor.
Aplicación
Para usar los aceites esenciales, hay diferentes métodos.
Masajes. Se mezclan 3 gotas de aceite esencial con una cucharada de aceite vehicular (almendras, uva, ajonjolí).
Enjuagues bucales. En medio vaso de agua tibia se añaden dos gotitas del aceite esencial y se hacen gárgaras sin beber el agua. Esto ayuda para aliviar las infecciones en la garganta.
Compresas. En agua tibia se añaden dos o tres gotas del aceite esencial, después se moja una toallita, se exprime y se aplica en el área del dolor.
Pediluvio. En una bandeja se coloca agua caliente con dos o tres gotas del aceite esencial y se sumergen los pies. Esto ayuda a quitar el dolor y a mejorar la circulación.
Inhalación. Se emplean difusores eléctricos o con velas, a ellos se les añaden unas gotas de aceite esencial y desprenden un vapor con el aroma de la esencia, la cual va a actuar sobre el organismo. Esta técnica es muy empleada para aliviar enfermedades respiratorias.
Es importante destacar que el uso de los aceites tiene que estar orientado por un especialista, conocer para qué sirven, si es posible realizar mezclas y cuál método es el más adecuado para usarlos. “Es importante que el especialista los escuche, y les recomiende los productos que pueden ayudarlo de acuerdo a su malestar”, dice la señora Valenzuela, además afirma que ninguna terapia alternativa está peleada con la medicina tradicional. “Es un complemento, la aromaterapia ayuda al bienestar físico y emocional y no hace ningún daño combinar los aceites esenciales con los medicamentos. Todo es cuestión de probar nuevas alternativas y buscar lo mejor para nosotros, porque la salud es primero”.