Bajo un torrencial aguacero y con un importante dispositivo de seguridad, el cual incluyó ocho motocicletas y un par de patrullas, la selección de Honduras arribó al estadio Azteca cerca de las 18:25 horas, para el duelo eliminatorio rumbo a Brasil 2014 ante la selección mexicana.
El dispositivo de seguridad surtió efecto tanto en el trayecto desde su hotel de concentración, ubicado en Periférico Sur, como para el ingreso al inmueble, ya que lo único recibido por los aficionados catrachos fue un sinfín de insultos. No existió agresión física para el autobús de los centroamericanos.