Foto: LAI
Un empleado de una empresa de seguridad privada fue asesinado a balazos ayer por la mañana en el fraccionamiento Ana de la ciudad de Torreón.
Código rojo
A las 8:48 de la mañana se activó el Código Rojo que alertó a todas las corporaciones policiacas; vecinos del sector mencionado reportaron detonaciones de arma de fuego.
De inmediato, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, se aproximaron al fraccionamiento y confirmaron el asesinato en la esquina del bulevar Ana y calle María.
De inmediato, se solicitó la presencia de las autoridades ministeriales para que acudieran a tomar conocimiento de los hechos.
Dio fe
Minutos más tarde, el agente del Ministerio Público se presentó en el lugar y dio fe del deceso de José del Carmen de Santiago Ramos, de 33 años, quien era vecino de ese mismo sector habitacional.
El cadáver fue localizado a un costado de la camioneta, que según testigos, era de su propiedad; siendo ésta tipo Pick up marca GMC color verde, misma que estaba estacionada en doble carril, a un costado de un camión repartidor de productos lácteos.
Personal de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado aseguraron siete casquillos percutidos calibre .9 milímetros, que serán utilizados como evidencias.
De acuerdo a la información proporcionada por los voceros de la dependencia estatal, el occiso presentaba varios impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Ataque
En el lugar, fueron entrevistados por las autoridades algunos testigos, quienes informaron que los responsables fueron dos sujetos que viajaban a bordo de una motocicleta.
Según las versiones, de Santiago Ramos salía de una miscelánea ubicada en esa esquina y se dirigía a su camioneta.
Fue en esos momentos cuando pasaban los agresores a bordo de la motocicleta por el bulevar Ana, de poniente a oriente.
Uno de los sujetos disparó en contra del guardia de seguridad privada que intentó resguardarse entre la camioneta y el camión repartidor.
De Santiago Ramos fue abatido a balazos.
El cadáver fue trasladado al anfiteatro del Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley, donde permaneció hasta que sus familiares lo reclamaron para darle sepultura.