El cuerpo sin vida de un joven asesinado a balazos, quedó en la parte exterior del bosque Venustiano Carranza, a la altura la avenida Escobedo al mediodía de ayer.
A las 13:00 horas se recibió una llamada en la Cruz Roja sobre una persona baleada por la calzada Cuauhtémoc y Escobedo, a donde se trasladaron los paramédicos, pero ya el muchacho no tenía signos vitales y reportaron el hecho a la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Poco después llegaron al lugar de los hechos los patrulleros de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, de la Policía Estatal, los del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (Gates) y elementos de la Policía Federal.
SIETE CASQUILLOS
El agente investigador del Ministerio Público de Homicidios, se constituyó también en la escena del crimen junto con peritos de la Delegación de la Procuraduría, para tomar conocimiento y dar fe.
Se trata de un joven de entre 22 y 26 años de edad, complexión media, pelo corto, cejas pobladas, de 1.70 de estatura y tez morena clara.
Se le apreciaban dos heridas de bala en la cabeza, otra en el brazo izquierdo y una más en el costado del mismo lado. Los peritos recogieron siete casquillos percutidos de calibre .9 mm. La víctima vestía pantalón de mezclilla de color azul, playera negra desteñida y con estampados. Calzaba tenis de color gris y calcetas blancas.
En la parte alta de la espalda se le apreciaba un tatuaje con el nombre de Rubio, en letras góticas, además de otro en la pierna derecha y unos pequeños e ilegibles en el brazo izquierdo.
CIERRAN EL TRÁFICO
Algunos testigos manifestaron que de repente se escucharon varios balazos y vieron al muchacho tirado a un lado de la banqueta del bosque, pero no se dieron datos sobre los agresores.
El cierre al tráfico de la calzada Cuauhtémoc, generó un enorme caos vial toda vez que a esa hora dicha vía es muy transitada, aunado a un choque ocurrido por la misma calzada, entre Allende y Abasolo.
Luego de realizar las primeras diligencias en el lugar del crimen, el agente del Ministerio Público dispuso el traslado del cadáver al anfiteatro del Hospital Universitario, para realizarle la necropsia de Ley
Sin vida. Algunos testigos manifestaron que de repente se escucharon varios balazos y vieron al muchacho tirado a un lado de la banqueta del bosque, pero no se dieron datos sobre los agresores.