Asesinan a líder. Tras el crimen, se desataron más protestas en contra del asesinato del líder tunecino.
Un líder opositor tunecino crítico del gobierno liderado por islamistas fue abatido a balazos ayer miércoles cuando salía de su casa, el primer asesinato de tal magnitud después de la revolución en ese país.
El asesinato de Chokri Belaid, abogado de 47 años, provocó manifestaciones contra el gobierno en todo el país y elevó las tensiones en esta nación del norte de África cuyo paso de la dictadura a la democracia ha sido hasta ahora un modelo para el mundo árabe.
La policía usó gas lacrimógeno para dispersar a los miles de manifestantes que se congregaron frente al Ministerio del Interior en el centro de la capital para acusar al gobierno de permitir el crimen.
Los manifestantes se reunieron en el mismo amplio bulevar arbolado donde semanas de protestas contra el gobierno hace dos años provocaron la salida del dictador que controló el país durante mucho tiempo, y las multitudes del miércoles incluso vocearon el mismo lema: "¡El pueblo quiere la caída del régimen!"
Como hace dos años, la policía pronto echó mano a los gases lacrimógenos, haciendo que la gente buscara refugio en edificios cercanos mientras gritaba "No a Ennahda" y "Ghannouchi asesino", en referencia al partido islamista moderado y su líder, que encabezan el gobierno electo.
El centro de la ciudad quedó desierto y lleno de piedras, mientras las tiendas cerraron y un tanque de la Guardia Nacional patrullaba las calles al laod de vehículos blindados de la policía. Policías antidisturbios persiguieron a los manifestantes entre las elegantes calles del centro.
Buscan diálogo
Los países musulmanes tratan de acercar sus posturas para conseguir un diálogo que permita solucionar el conflicto sirio, dentro de la XII Cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), que se inauguró ayer en El Cairo.
Uno de los actores clave en la crisis siria, Irán, dejó entrever atisbos de esperanza sobre un eventual diálogo, como reconoció el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehi, quien se mostró "optimista" al respecto.
"La brecha de discrepancias que existía la estamos reduciendo ahora, gracias a Dios", señaló Salehi, quien agregó que se está entrando en una etapa "en la que hay mucho consenso en los puntos de vista".