Están muy próximos los días de graduaciones de universitarios, final feliz de cuatro o cinco años de estudios superiores que los preparan para enfrentar la vida profesional; final feliz de años de sacrificios de sus padres con el fin de darles la mejor educación posible; otras generaciones más de jóvenes ilusionados por integrarse al trabajo en las empresas o a iniciar por sí mismos proyectos de negocio propio para ser independientes. ¿Que consejos puede darles uno como profesionista de experiencia, como, maestro universitario y como padre de familia?
En una investigación llevada a cabo por Linkedin, la red social de negocios, se recibieron cientos de respuestas a la pregunta ya mencionada, respuestas que intentan dar las claves para una transición exitosa de las aulas universitarias hacia la fuerza de trabajo. La gran mayoría de las opiniones giraron en torno a doce "reglas" principales, cada una de ellas está condensada en una frase inicial de quienes participamos en esta investigación de Harvard Business Review. Quizá sería recomendable que estas doce reglas estuvieran impresas en el reverso de los títulos de los graduandos.
1.- Lo que se aprendió en las aulas universitarias es la base para el aprendizaje futuro. Aquellos que piensan que al terminar su carrera se van a olvidar de los libros y de seguir estudiando, están totalmente equivocados. La terminación de la carrera universitaria es sólo el principio, lo que se aprenda de ahí en adelante es lo más importante, lo que se aprendió acerca de cómo aprender, es la mejor base para el éxito.
2.- Conviértete en alguien con quien tus compañeros quieran trabajar.. A nadie le gusta trabajar con personas no confiables, difíciles de tratar o que sólo piensan en sí mismas. Como dijo Winston Churchill: "La actitud es algo que provoca una gran diferencia". Muestra actitud positiva, cumple tus compromisos contraídos con oportunidad, ayuda a los demás.
3.- No te muestres tan inteligente como crees serlo, aun cuando en realidad seas tan inteligente como tú crees que eres. No falles en la humildad, la arrogancia molesta a los demás, aun cuando en realidad tú tengas todas las respuestas correctas, no te vuelvas arrogante por ello. Reconoce que debes ser flexible cuando los demás tengan la razón.
4.- Desde que te presentes a la entrevista de trabajo, y desde tu primera experiencia de trabajo, recuerda que estás creando una impresión de tu persona hacia los demás. No olvides la frase del humorista norteamericano Will Rogers: "No hay una segunda oportunidad para crear una primera impresión". Existen investigaciones que avalan que damos una primera impresión personal a otros en cuestión de segundos y una vez que se forman una opinión de nosotros basada en esa primera impresión, esa opinión es difícil o imposible de cambiar. Piensa en serio acerca de la impresión que deseas dar.
5.- Desempeña en tu trabajo todas las tareas de manera extraordinaria, no seas mediocre. Si quieres asegurar la bendición del éxito, tienes que pagar el precio. Si demuestras tu dedicación, energía y habilidad, con toda seguridad alcanzarás el desarrollo profesional.
6.- Tendrás más "suerte" entre más duro y con más inteligencia trabajes. En el largo plazo, la disciplina y el buen desempeño importan tanto como el talento. Si no eres capaz de priorizar, enfocarte y producir resultados de manera consistente, no llegarás muy lejos. Lo dijo Aristóteles: "Somos lo que hacemos de manera repetida, la excelencia no es un acto, es un hábito". Si todavía no tienes una fuerte ética y buenos hábitos de trabajo, prepárate para desarrollarlos o prepárate para engrosar las filas de la mediocridad.
7.- Aprende a escuchar, escucha para aprender. Lo dijo el filósofo griego Epicteto: "Tenemos dos oídos y una boca, para escuchar el doble de lo que hablamos". Después de casi 2 mil años, seguimos batallando en seguir ese sabio consejo el cual es una parte importante en la comunicación efectiva. Algo que los vendedores tenemos que aprender lo más rápido posible, es a escuchar; es la técnica de influencia más poderosa. Aun cuando no estemos de acuerdo en lo que estamos escuchando, nuestra habilidad para demostrar que entendemos y respetamos los puntos de vista de los demás, provoca que ellos abran su mente hacia los nuestros.
8.- Siempre debes hacer la tarea. Al terminar la carrera universitaria, los estudiantes están hartos de hacer tareas. Sin embargo, la disciplina de haberlas hecho, es indispensable. Debes continuar preparándote, la diferencia será que ahora la tarea te la asignarás tu mismo, tu tarea será mantenerte actualizado, no rezagarte si quieres progresar. Las oportunidades se aprovechan si uno está preparado para ellas.
9.- Resiste la tentación de tomar atajos. Un sueño no se vuelve realidad mágicamente, se requiere determinación, esfuerzo, sudor y trabajo duro.
10.- Reconoce y supera tus debilidades. Si reconoces tus debilidades, el siguiente paso es hacer lo necesario para superarlas y convertirlas en fortalezas. No esperes a que alguien te las señale, se tu mejor juez severo y si requieres la ayuda de alguien, solicítala.
11.- Amplia tu red de colaboradores. Lo importante no es a quien conoces, sino quién te conoce. En realidad las dos cosas son útiles, pero debes cultivar las relaciones basadas en beneficio mutuo. Las relaciones de negocios tienen beneficios que van desde contar con fuentes de consejos de valor agregado, hasta explotar canales de acceso a información y otros recursos. Construir relaciones sólidas requiere esfuerzo, son como una cuenta de banco, entre más deposites en ayuda, esfuerzo y consejos a otros, más obtendrás de los demás.
12.- No pierdas el tiempo tratando de ser lo que otros quieren que seas. Aprende a apreciar la autenticidad, especialmente la tuya. Los demás se darán cuenta muy rápido cuando estés tratando de ser alguien que fundamentalmente no eres.
A final de cuentas, lo que verdaderamente importa en tu trabajo, es lo que tú aportas de valor en él. Todo lo demás es secundario. Seguir las reglas anteriores al pie de la letra, garantiza buenos resultados. Así de simple.
