Giorgio Napolitano, reelegido como presidente de Italia para un segundo mandato, juró el cargo ante el Parlamento e instó a los partidos a asumir sus responsabilidades para sacar al país del bloqueo político en el que se encuentra, advirtiéndoles de que, si no lo hacen, habrá consecuencias.
Recibido en la Cámara de los Diputados, donde se celebró la ceremonia, con los aplausos de la mayoría de los presentes, Napolitano se emocionó en varias ocasiones durante su discurso por la renovada confianza recibida, aunque no dudó en dirigirse a los partidos en tono duro y criticar la actitud de inmovilismo que han mostrado hasta ahora. Criticó que se hayan registrado "demasiadas omisiones, daños e irresponsabilidades" que han impedido dar soluciones "satisfactorias" a la necesidad de renovación y de reformas del país...