Opinión. Maduro acusó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de ponerse 'al servicio de la estrategia de la guerra' con el informe del organismo que confirmó el uso de armas químicas en Siria.
El uso de armas químicas en el ataque ocurrido en agosto pasado en Siria, como concluyó un informe difundido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es un crimen de guerra cuyos responsables deben ser llevados a juicio, afirmó su secretario general, Ban Ki-moon.
"Debe haber rendición de cuentas en todo uso de armas químicas. Cualquier uso de armas químicas por quienquiera, cuando sea, es un crimen", expresó Ban en una conferencia de prensa luego de presentar el informe al Consejo de Seguridad de la ONU.
El informe concluyó de manera "objetiva e inequívoca" el uso de gas sarín en el ataque en Ghouta, y estableció que el incidente constituyó el mayor ataque químico desde la ofensiva lanzada por Saddam Hussein en 1998 en Halabja.
El documento, sin embargo, no determinó quién fue el responsable del uso de armas químicas, ni tampoco el número preciso de víctimas fatales en el ataque.
En ese sentido, Ban tampoco señaló culpables, pero indicó que ahora era responsabilidad del Consejo de Seguridad actuar en torno al conflicto en Siria para promover la destrucción del arsenal químico, detener la violencia y, finalmente, juzgar a los responsables de la ofensiva en Ghouta.
"Luego de dos años y medio de tragedia, ahora es el momento para que el Consejo de Seguridad muestre liderazgo y ejerza sus responsabilidades morales y políticas" , destacó Ban.
Aseguró además que sería responsabilidad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad determinar la manera en que los responsables de los ataques con armas químicas en Siria serían llevados ante la justicia.
"Cómo promover esto y cómo hacerlo será un tema de discusiones en el Consejo de Seguridad, y yo estoy listo para discutir el asunto. Pero en este momento, no tengo una clara respuesta", manifestó.
Mientras tanto, delegaciones representadas en el Consejo de Seguridad reaccionaron a la difusión del informe, aunque las posiciones de Estados Unidos, Reino Unido y Francia parecieron apuntar en sentido contrario a Rusia, tal como ha sucedido desde que inició la crisis en Siria.
El presidente mensual del Consejo de Seguridad, el embajador australiano Gary Quinlan, anunció que por lo pronto este órgano ya ha acordado trabajar en una resolución que apoye al acuerdo entre Rusia y Estados Unidos para que Siria ceda y destruya su arsenal químico.
No existe unidad, sin embargo, respecto al probable responsable de los ataques. Los representantes permanentes de países occidentales concordaron que había evidencia sólida de que el régimen sirio estaba detrás de la ofensiva en Ghouta.
