Trágicos. Vista general del lugar tras la explosión de dos artefactos cerca de la Embajada de Irán.
Atacantes suicidas que detonaron ayer martes sus cargas frente a la embajada de Irán en el Líbano provocaron la muerte de 23 personas, entre ellas un diplomático iraní, y heridas a más de 140 en un "mensaje de sangre y muerte" a Teherán y Jezbolá, dos actores que apoyan al presidente sirio Bashar Assad.
El doble atentado con bombas en un vecindario predominantemente chií de Beirut arrastró aún más al Líbano en un conflicto que ha exacerbado las profundas divisiones del país, y se produce mientras las tropas de Assad, con la ayuda de combatientes de Jezbolá, capturaban una población clave cerca de la frontera libanesa que arrebataron a los rebeldes.
Las explosiones fueron unas de las más letales en una serie de ataques que han tenido como blanco a Jezbolá y los bastiones chiíes en el Líbano en meses recientes.
Un grupo vinculado a Al Qaida se atribuyó el ataque, y dijo que era en venganza por el apoyo de Jezbolá a las fuerzas de Assad en sus combates contra los rebeldes, que en su mayoría son suníes, en momentos en que la guerra civil de la vecina Siria se convierte cada vez más en un enfrentamiento entre las potencias regionales.
La ofensiva fronteriza del ejército sirio es parte de una campaña más amplia del gobierno que se inició el mes pasado y ha provocado que las fuerzas leales a Assad ganen terreno en la guerra, apoderándose de un bastión rebelde tras otro.
Los ataques aumentaron los temores de que los extremistas islámicos, ahora a la defensiva en Siria, contraataquen cada vez más en el Líbano. El país sufre los efectos de lealtades sectarias rivales.
"La gente combate afuera (del Líbano), pero envían sus mensajes a través del Líbano. Con bombas", dijo un mecánico de la zona. Las explosiones hicieron añicos las ventanas de su local comercial.
Las explosiones a la media mañana sacudieron el elegante barrio de Yaná, un bastión de Jezbolá que alberga embajadas y apartamentos de lujo, y dejaron cadáveres y charcos de sangre en las calles, en medio de escombros, pedazos de vidrio y automóviles incendiados. Más de 140 personas resultaron heridas, dijeron las autoridades.
En el caos que siguió, los voluntarios trataban de extinguir cuerpos aún en llamas cubriéndolos con prendas de vestir y mantas.
PERSONAS
resultaron heridas en el atentado en Beirut.