Violencia. Los militares, agentes federales y estatales, no han logrado reducir la violencia en la Región Lagunera.
La Región Lagunera se ha visto convulsionada, en especial del lado de Durango, donde ha ocurrido de todo de diciembre pasado a la fecha. Desde un motín con 24 personas muertas en el Cereso de Gómez Palacio, que ya desapareció, hasta ataques a instituciones como la Vicefiscalía, asesinatos de empleados estatales y municipales, incendios a gasolinerías, asaltos bancarios y desaparición de las corporaciones policiales municipales, que se traduce en falta de vigilancia.
El martes 18 de diciembre la violencia se exacerbó con el motín registrado en el Centro de Reinserción Social (Cereso), donde la trifulca por un intento de fuga dejó como saldo final 24 muertos, entre ellos 9 custodios.
Al día siguiente el Cereso fue vaciado y más de 500 internos fueron trasladados a diferentes Ceresos del país, en especial al de Durango, con lo cual se dio por cerrado en forma definitiva el penal gomezpalatino, en un hecho sin precedentes.
La madrugada del sábado 29 de diciembre se registró un ataque contra las instalaciones de la Vicefiscalía Región Durango, por la parte trasera del edificio y media hora más tarde de nueva cuenta sujetos armados que viajaban en dos autos por el Periférico, dispararon a la entrada principal, pero no hubo lesionados y los guardias repelieron la agresión en ambas ocasiones.
El tres enero de este año hubo otro ataque similar, el día siguiente otro, en el que murió una persona debido a una "bala perdida" y el siete del mismo mes se registró un granadazo en la misma Vicefiscalía.
El sábado 12 de enero, fueron encontradas tres personas sin vida, una mujer y dos hombres, descuartizadas a un costado del Periférico, cerca de la gasolinera Chapala, en Gómez Palacio y los tres eran empleados de la Vicefiscalía, una secretaria, un intendente y un perito meritorio. En su retirada los desconocidos también intentaron incendiar la gasolinera y quemaron un automóvil.
El viernes 18 de enero, 158 policías de Gómez Palacio y Lerdo y los mandos de seguridad pública de ambos municipios fueron detenidos por el Ejército por presuntos vínculos con grupos criminales, en una sorpresiva "limpia".