La injerencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en las Secretarías de Educación de los estados se incrementó en la última década, señaló Lorenzo Gómez Morín, quien fuera Secretario de Educación de Baja California y subsecretario de Educación Básica federal.
"Hay muchas cosas que la SEP controla en términos de la política pública nacional, pero mucho de lo que tiene que ver con la operación del sistema educativo, particularmente del subsistema de recursos humanos, ocurre en los estados, el control de plazas, sustitución de plazas, las prestaciones locales.
"Tener personal que esté metido dentro de la operación cotidiana del sistema educativo, es fuente de información, y como fuente de control en su momento fue vital para el sindicato", indicó.
El ex funcionario destacó la respuesta que en su momento dio el SNTE a la constitución del Consejo Nacional Autoridades Educativas (Conaedu), que agrupa a todos los secretarios de educación estatales y toma decisiones de política pública.
"A partir de la constitución del Conaedu, que se consolidó en el 2001 y 2002, se empezaron a tomar (ahí) decisiones de políticas públicas y a validar muchas de las acciones de políticas y programas de gobierno.
"Muchas de las cosas que no se hablaban con el sindicato se trabajaban al interior del Conaedu, y se ponían en marcha, como los programas Escuelas de Calidad, Enciclomedia, de Lectura, la reforma de preescolar y posteriormente la reforma de secundaria.
"Estoy convencido, y el tiempo me ha dado la razón, de que el sindicato vio al Conaedu como un instrumento muy poderoso en materia de política pública, contra el cual no podía enfrentarse.
"Y la manera de empezar a cooptar al Consejo, era poniendo secretarios de Educación afines al sindicato, de forma tal que lo que se decidiera en el Consejo tuviera conocimiento el sindicato y que éste tuviera de facto poder de veto a las decisiones del Consejo", expresó en entrevista.
Gómez Morín aseguró que las administraciones del PAN, tanto la que encabezó el Presidente Vicente Fox como la de Felipe Calderón, se entregaron de facto al SNTE.
"Hubo una alianza no con los maestros, sino con el sindicato, creyendo que una alianza con el sindicato es una alianza con los maestros".
Aseguró que entregar la autoridad al sindicato es un riesgo, pues se paralizan las políticas públicas, porque algunas de ellas tienen que llevarse al cabo a veces en contra de los intereses del sindicato.
"Haber hecho este contubernio con el sindicato, de que éste les ofrecía la gobernabilidad del sistema educativo, fue un entendimiento pobre y patético de lo que significa gobernabilidad y sobre todo un gran desconocimiento de cómo opera el sistema educativo", expresó.
Consideró que la rectoría de la educación pasa por independizar del SNTE a las secretarías de Educación de los estados.
"Es un paso necesario si se quiere recuperar la capacidad técnica que tenían las secretarías de Educación estatales.
"Hay que bajar al sindicato de haberse convertido en una organización suprainstitucional, por arriba de la SEP y por arriba de las secretarías de Educación de los estados", dijo.
