Andrés Eppen.
Hoy Torreón cumple 106 años de haber sido elevada al rango de ciudad, un acontecimiento que pudo ser posible solamente con el apoyo y el esfuerzo de algunos personajes destacados.
En la historia de esta ciudad han quedado los nombres de los llamados "fundadores de Torreón", hombres como Leonardo Zuloaga, Andrés Eppen, Federico Wulff, Feliciano Cobián sentaron las bases de esta población.
Fue en 1848 cuando el español Leonardo Zuloaga compró las tierras de lo que habría de ser posteriormente el Rancho del Torreón, al fallecer dejaría los terrenos a su esposa, quien en 1883 firmó un acuerdo con Andrés Eppen para la construcción de una estación del ferrocarril y sus vías en la zona.
Cuatro años más tarde Eppen pidió a Federico Wulff que realizara el primer trazo de la ciudad.
Las manzanas y colonias luego fueron vendidas a personajes que impulsaron obras, comercios e instituciones tal y como lo hizo Feliciano Cobián en el año de 1898. Para 1907 el crecimiento de la población ya la había convertido formalmente en ciudad.
EL VISIONARIO
Andrés Eppen nació en la Ciudad de México en 1848, al ser hijo de alemanes es enviado durante sus primeros años a ese país, luego regresa a México e inicia una carrera militar. Con el tiempo enfoca sus actividades en la administración de tierras en la Laguna de Durango y Coahuila, luego de conocer a la viuda de Zuloaga realiza gestiones para garantizar la llegada del ferrocarril a la Villa del Torreón. También participó en la erección de Torreón como ciudad.
EL URBANISTA
Federico Wulff nació en San Antonio, Texas en 1856, fue hijo de una madre española y un padre de origen alemán, realizó estudios de ingeniería en Hannover, Alemania. En su edad adulta regresa a Estados Unidos y tiene contacto con Andrés Eppen, quien le propone crear el primer trazo de la Villa de Torreón. Es el impulsor de sitios como la Casa del Cerro, el hotel Salvador, el Banco de La Laguna y muchos otros edificios del primer cuadro de la ciudad.
EL FRACCIONADOR
Feliciano Cobián nació en 1858 en España, durante su juventud se traslada junto con su familia a la Lerdo donde participó en diversos negocios. Posteriormente compraría los terrenos de lo que fue alguna vez la Hacienda del Torreón, área que fraccionó, rentó y hasta vendió para dar paso a las nuevas colonias y sectores de la ciudad. Se le atribuyen obras de infraestructura básica y también construcción de vialidades.