Elecciones. La candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, celebra su triunfo.
Las promesas de adelantar profundas reformas políticas y sociales y aumentar los impuestos para acortar la abismante desigualdad entre pobres y ricos en Chile le dieron el triunfo en las elecciones presidenciales a la socialista Michelle Bachelet, quien gobernará el país entre 2014 y 2018.
Bachelet, una médico pediatra, separada, con tres hijos, que se declara agnóstica, ganó la votación frente a la conservadora Evelin Matthei con un porcentaje del 62.15% de los votos frente al 37.84%, cuando han sido escrutadas el 99,85% de las urnas.
El triunfo del 62% de la expresidente es el más alto desde el 56% obtenido por el presidente Eduardo Frei Montalva, en 1964. "Están las condiciones sociales y políticas, y por fin ahora es el momento de hacer los cambios", dijo Bachelet con la voz gastada, desde un escenario en el frontis de un céntrico hotel, ante más de 10,000 personas que se extendían por la principal avenida capitalina. "Si estoy aquí es porque creemos que el Chile de Todos es necesario. No será fácil, pero cuándo ha sido fácil cambiar el mundo".
Fue felicitada muy rápidamente por el presidente centroderechista Sebastián Piñera, con quien se reunirá hoy lunes por la mañana, en la casa de la mandataria electa, para conversar sobre el traspaso del mando, que ocurrirá el 11 de marzo de 2014.
Los anhelos de cambio de la mayoría de la sociedad chilena fueron impulsados por multitudinarias protestas estudiantiles desatadas en 2011, para exigir una educación gratuita y de calidad, que fueron despertando a millones de personas que se dieron cuenta de cuán endeudados estaban con la banca por culpa de los préstamos estudiantiles. De allí el descontento se extendió a otros ámbitos, como los abusos de grandes tiendas por departamentos y con el sistema privado de jubilaciones, entre otras.
De los votos fueron dados a Michael Bachelet