Estudio. El 5 por ciento más de niños menores de seis meses fueron alimentados con fórmula láctea.
En México, la leche materna ya no es el alimento exclusivo en los primeros seis meses de un recién nacido, principalmente en las zonas rurales.
Entre 2006 y 2012, el índice de lactancia materna registró a nivel nacional una caída de 7.9 puntos porcentuales, al pasar de 22.3 por ciento a 14.5 por ciento, principalmente por la introducción temprana de fórmulas lácteas y el consumo de agua, advierte la Secretaría de Salud.
Pero en el medio rural, el porcentaje bajó de 36.9 a 18.5, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut). Además, las mujeres de las zonas urbanas redujeron considerablemente el tiempo en que amamantan a sus hijos: mientras que hace seis años el promedio era de 8.5 meses ahora es de 4.9. La media nacional es de 10.4 meses.
Según la encuesta, 5 por ciento más de niños menores de seis meses fueron alimentados con fórmula láctea en comparación con los resultados de 2006, además de que aumentó 4.4 puntos porcentuales el uso de agua. De acuerdo con especialistas, la combinación de la lactancia con líquidos como el té o la leche de fórmula antes de los seis meses de edad puede ocasionarle al bebé problemas de salud, como inflamación de los intestinos, porque su organismo no está preparado ni maduro para recibir ese tipo de sustancias, o predisposición a la obesidad.
"Esto es negativo porque inhibe la producción láctea e incrementa de manera importante el riesgo de enfermedades gastrointestinales", se apunta en el documento "Deterioro de la lactancia materna, dejar las fórmulas y apegarse a lo básico", elaborado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
"Los menores amamantados experimentan menor mortalidad, incluido el síndrome de muerte súbita, y menor frecuencia y gravedad de morbilidad por diarreas, infecciones respiratorias y dermatitis. Los niños amamantados tienen mayor coeficiente intelectual, menos riesgo de diabetes, obesidad, asma y leucemia", se explica.
Para Rodolfo Rivas Ruiz, pediatra neonatólogo del Hospital Infantil de México Federico Gómez, la disminución de la lactancia materna es una batalla que se va perdiendo, principalmente por falta de información."Es un fenómeno en el que vamos perdiendo la batalla, tanto las instituciones de salud, como los medios de comunicación y el Gobierno porque persiste un total desconocimiento del riesgo a la obesidad que adquieren los bebés que no son amamantados", dijo. "Hay gente que ni siquiera sabe que la leche de fórmula que le dan a los bebés es leche de vaca, piensan que como es una fórmula láctea especialmente diseñada para recién nacidos", abundó.
Asimismo, expuso que incluso el uso de tés pueden ser tóxicos para los bebés.
"Los tés son tóxicos en algunos niños, se deben evitar. Están contraindicados porque, por ejemplo, un té de anís estrella puede incluso matar a un niño, porque altera el sistema nervioso central a tal grado que un bebé puede morir si lo consume".
Atribuyó la preferencia de algunas mamás por las fórmulas lácteas a la practicidad de las mismas que impiden tener que amamantar al bebé en público, a la falta de espacios adecuados en los centros de trabajo para la extracción de leche materna e incluso a la publicidad.