Desde la década de los noventa, se puso muy de moda estimular al bebé dentro del vientre de la madre con el fin que naciera un niño muy despierto y precoz.
Si bien la estimulación precoz ha conseguido ayudar a muchos niños alrededor del mundo, algunas de estas prácticas, aplicadas sin supervisión de un profesional, podrían causar efectos adversos.
Un estudio publicado en varios diarios del mundo revela que los niños que estaban siendo gestados durante los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York en 2001, tendrían más elevados los niveles de cortisol, lo que se conoce comúnmente como la hormona del estrés. Esto podría advertir que las madres, involuntariamente, lograron transferir a sus bebés aún no nacidos la angustia vivida durante esa fecha. A su vez, se comprueba (nuevamente) que existe una fuerte comunicación madre-hijo durante los nueve meses de formación.
Desde la década de los noventa, se puso muy de moda estimular al bebé dentro del vientre de la madre con el fin que naciera un niño muy despierto y precoz, atento a todo lo qué se le presente en su diario vivir. Sin embargo, las recomendaciones han cambiado. Estimular antes del nacimiento podría ser más delicado de lo que luce a la distancia.
Algunos especialistas no están de acuerdo en colocarle al feto música clásica, micrófonos para hablarle ni luces, entre otras prácticas, pues esto, sería la causa de que los niños se vuelvan incontrolables e hiperactivos y que nunca logren relajarse o enfocarse en alguna actividad, según se reseña en algunos libros y páginas web especializadas.
Para la etapa del embarazo, las nuevas tendencias explican que los padres (ambos, si es posible) deben hablar con cariño, firmeza, seguridad al bebé. Saludarlo en la mañana y dedicarle algunas horas del día a explicarle el entorno, también a leerle cuentos, que son actividades estimuladoras pero a su vez calmadas.
Asimismo, las actividades anteriores al parto deben realizarse en completa relajación de los papás, sin ningún apuro o pendiente. Según los conocedores del tema, lo mejor es evitar ruidos fuertes, es decir, conviene no ponerle audífonos al vientre. Si la madre quiere escuchar música, puede hacerlo; preferiblemente melodías que le provoquen alegría y estados relajados. Igualmente, colocar las linternas o luces intermitentes sobre el vientre de mamá resultaría contraproducente. El bebé puede percibir el cambio entre el día y la noche, sobre todo, con las actividades que cumple el cuerpo de su progenitora. Por lo tanto, agregarle más color y más sonidos a su calmado mundo es perturbardor.
"El problema no es el bebé o los niños, el problema radica en los padres -explica la psicopedagoga Milagros Peña- pues éstos tienden a pensar que a mayor estimulación, mejor. Consideran que el niño que se desarrolla más rápido que el resto, lee mejor, sostiene su cabeza antes (en el caso del los lactantes) y responde a estímulos con mayor velocidad. Los padres perciben que un niño como el descrito anteriormente, tiene más y mayores competencias que sus pares, pero lo que puede causar también es estrés innecesario en el infante, agotamiento mental y jóvenes presionados e insatisfechos porque están viviendo muy aceleradamente. Entonces lo que están criando son niños tiranos, dominantes, que tienen mucha energía y que no se enfocan. Hoy, lo mejor es educar en paz. Es formar niños para que estén sanos y con metas claras que los alejen de las dificultades. Eso sólo se logra educando al padre acerca del uso consciente de la estimulación".
La familia debe estar muy bien informada sobre las ventajas y las desventajas de la estimulación temprana.
La psicopedagoga señala que es importante tomar en cuenta los siguientes tips:
- Entre los tres meses y los seis años de edad, los infantes tienen una gran flexibilidad cerebral. Lo que aprenden en esta etapa no lo olvidan, por ello, tanto padres como maestros y especialistas deben aprovechar la etapa, pero también limitar las enseñanzas. Hay que recordar que son niños. Lo mejor es dedicar la fase en educar en valores, en saber manejar los conflictos con la paz más que en fechas o eventos históricos.
- Los papás deben buscar gimnasios infantiles que cuenten con profesionales éticos.
- Los niños que pueden sacar mayor provecho de la estimulación (después del parto) son aquéllos que han tenido algún problema genético (Síndrome de Down, por ejemplo) o con algún retraso motor o que tuvieron problemas durante el alumbramiento.
- Cada niño es distinto y el abordaje de cada caso es diferente. Psicopedagogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, entre otros profesionales, son los que determinan qué necesita el niño y cómo aplicar la estimulación o si ésta es necesaria. En caso del estar en etapa de gestación, las pautas deben ser indicadas por especialistas. Hay madres que dedican su tiempo a la meditación y al yoga como preparación para el parto y una forma de estimulación relajada para el niño.
- En Internet hay mucha información para estimular al bebé pero lo mejor es preguntar al pediatra cuáles son los apropiados, pues no quieres criar a un niño sobreestimulado y hasta malcriado. Inclusive, hasta el uso de los computadores y celulares que tanto entretienen a los bebés 2.0. debe ser limitado a un horario.