ATOLE, bebida tradicional de la cocina mexicana.
Una de las bebidas tradicionales en la cocina mexicana desde la antiguedad ha sido el atole, que en estas fechas es el complemento ideal para disfrutar con los tamales en los festejos del Día de la Candelaria.
Fray Bernardino de Sahagún menciona que en 1565 los indígenas vendían los atoles calientes o fríos, elaborados de masa de maíz molido o tostado. Los antiguos mexicanos llamaban a esta bebida atolli.
También preparaban un atole con chile amarillo que se llamaba chinecuatolli (hoy chilnecuatole). El xocoatolli era agrio de masa de nixtamal que se dejaba fermentar para luego hervirla con más masa fresca; se tomaba con chile y sal.
Un jarrito para cada gusto
A lo largo y ancho del país existen atoles con una gran diversidad de sabores, resultado de la creatividad del mexicano y de las frutas, según la zona. Pueden prepararse de piña, cacahuate, guayaba, calabaza, tamarindo, zarzamora, capulín y fresa, entre otros ingredientes.
Los hay también de amaranto, arroz, coco, elote, pinole y de cacao, chocolate con especias, vainilla, ciruela, galleta, camote, higo o de cajeta, por mencionar algunos.
Además de ser una bebida ideal para época de frío, es un excelente alimento que brinda energía para el desarrollo de las actividades cotidianas.