El 'Spice Boy' se despidió ayer.
Con lágrimas en los ojos, David Beckham abrazó a sus compañeros del Paris Saint-Germain y salió de la cancha en medio de una ovación de pie que recibió por última vez en un partido de futbol frente a una multitud de aficionados locales.
Un Beckham evidentemente emocionado fue rodeado por sus compañeros cuando el entrenador Carlo Ancelotti decidiera sustituirlo a los 81 minutos del triunfo de ayer por 3-1 sobre el Brest. El inglés recibió la despedida habitual en lo que fue su último encuentro en casa previo a su retiro.
Incluso el portero Salvatore Sirigu corrió desde su arco para felicitar al ex capitán de la selección inglesa por su trayectoria, mientras que el extremo brasileño Lucas se inclinó en señal de reverencia.
Zlatan Ibrahimovic robó parte de la atención a Beckham al anotar dos goles en la victoria.
Cuando la multitud se puso de pie -incluido el ex presidente francés Nicolas Sarkozy- Beckham devolvió el gesto y aplaudió mientras se retiraba sin prisa de la cancha antes del ingreso de su sustituto Ezequiel Lavezzi. Paris Saint-Germain ganó la corona el fin de semana pasado, y Marsella tiene asegurado el segundo lugar. "Estoy muy orgulloso de haber ganado este trofeo", dijo Mamadou Sakho.
