Él es Ignacio Beristáin, el hombre que ha hecho posible el éxito de incontables campeones mundiales y que está a punto de escribir junto a Juan Manuel Márquez, un capítulo más de gloria para nuestro país. (Archivo)
Su rostro no puede esconder las marcas del tiempo, pero sus ojos siguen reflejando el mismo brillo de la primera vez que subió a un cuadrilátero y encontró en el boxeo más que un deporte, su vida entera.
Él es Ignacio Beristáin, el hombre que ha hecho posible el éxito de incontables campeones mundiales y que está a punto de escribir junto a Juan Manuel Márquez, un capítulo más de gloria para nuestro país.
Don Nacho, en su pequeña oficina del Gimnasio Romanza, una que siempre tiene sus puertas abiertas para todo aquél que quiera entrar y que mantiene intactos en sus viejos muebles y cuadros que adornan la pared, todos los recuerdos de las batallas de sus pupilos. En esta ocasión, la conversación toma su camino en torno al pleito de este sábado entre el "Dinamita" y Timothy Bradley.
-Don Nacho, ¿cómo ve a Juan Manuel a pocos días de la pelea?
Muy fuerte, si acaso un poquito falto de velocidad, pero muy bien. Siempre le pone mucha atención a su trabajo, es muy responsable, lo que sí lo separa un poco de esa forma de trabajar son las amistades, compromisos adquiridos que a veces lo cita el gobierno y eso sí me preocupa, me molesta, he hablado con él y le he dicho que ese tipo de compromisos lo perjudican porque no le van a ayudar a quitarse los golpes.
-¿Lo presiona el hecho de pensar en que podría ser su última pelea?
Él siempre piensa en la victoria... y no está pensando que como puede ser la última ahí se va; no, él tiene todo perfectamente bien calculado, es el más interesado en ganar la pelea para ganar la gloria.
-¿La edad es una desventaja?
Eso no es problema porque él ha hecho un trabajo tan bien hecho que parece un chamaco de 25 años, me refiero en cuestión boxística, ha trabajado intensamente y es un hombre de 40 años ya, pero pugilísticamente está muy rejuvenecido.
-¿Le preocupan los réferis?
Me preocupa porque el boxeo siempre ha sido sano y a los que vivimos del boxeo nos preocupa que haya gente interesada en ensuciar algunas peleas, pero qué se le va a hacer, ojalá que la autoridad tomara cartas en el asunto y abriera sobre todo en Estados Unidos una investigación federal y dieran con la gente que está haciendo este tipo de cosas, seguramente van a ir presos.
-¿Este pleito representa un reto especial para usted?
Todas las peleas son un reto, a mí no me gusta perder, la mayor parte del por ciento de peleas las ganamos, pero sí sería el entrenador más feliz del mundo al ver que le levanten la mano a Juan por el esfuerzo que hace, porque es un gran peleador.
-¿El KO pasa por la cabeza de Juan Manuel?
El nocaut para mí es un accidente de una pelea. Trabajamos pensando en vencer por decisión, ganar round tras round, dominar al contrario moral y proceder a destruirlo físicamente, pero no pensamos en el nocaut, por ahí se da y felices porque la pelea se termina.
Es hora de finalizar la entrevista, Beristáin se alista para recibir a su alumno, vendarle los puños y darle algunas instrucciones antes de iniciar el entrenamiento. Todos lucen listos, deseosos de que suene la campana y se ponga en marcha la que él califica como la pelea más pareja del año.