La basura electrónica se ha convertido en un reto ambiental, no sólo por el volumen acumulado que crece hasta en cinco por ciento anual, sino por sus potenciales efectos dañinos sobre la salud y el medio ambiente.
Ante ello, un grupo de alumnos y profesores de esta ciudad decidieron elaboraron un proyecto con el objetivo principal de concientizar a las personas de los daños que ocasiona a nuestro organismo, el guardar por largos periodos objetos electrónicos que ya no se utilizan.
Los menores Juan Antonio Jiménez Sinecio, Arturo Guzmán Anguiano y Jesús Luna Anguiano, pretenden dar a conocer las consecuencias que causa un mal manejo de los residuos electrónicos.
Destacaron que de acuerdo con el diagnóstico sobre la generación de basura electrónica en México, el INE indica que si una planta procesara ocho mil computadores obsoletas, al día podría obtener 10 mil toneladas de acero, siete mil de aluminio, tres mil de plomo, tres mil de cobre y una de oro, entre otros materiales como vidrio.
Los alumnos mencionaron que escogieron este proyecto porque se dan cuenta de la falta de información que tenemos acerca de los artículos que usamos en nuestra vida diaria, y no sabemos el riesgo que causan en nuestro organismo y en el medio ambiente en el que vivimos cuando su vida útil termina.
“Tenemos que seguir informando a la ciudadanía para que estos equipos, de los que el estilo de vida ya no nos permite prescindir, sean consumidos responsablemente hasta la terminación de su vida útil y dispuestos adecuadamente para su reciclado”, destacó a su vez la profesora Antonia Arreola Rodríguez.
Mediante un trabajo presentado en el Concurso Niños Región Laguna, promovido por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Durango (Cocyted), donde obtuvieron el segundo lugar, concluyen en la necesidad de reciclar de manera adecuada la basura electrónica, para evitar la contaminación del medio ambiente.