El Gobierno federal tiene en marcha un proceso de reestructuración que busca adelgazar su aparato burocrático.
Para ello, la Secretaría de Hacienda prepara una reestructuración que implica eliminar plazas y áreas administrativas innecesarias, así como cancelar y fusionar programas que se duplican.
La intención es reducir el gasto corriente, que actualmente asciende a más de 2.5 billones de pesos, equivalentes al 60 por ciento del Presupuesto de Egresos.
El 30 de abril pasado, las dependencias de la Administración central entregaron a Hacienda un diagnóstico sobre sus estructuras burocráticas, en el que incluyeron una propuesta para la desaparición y fusión de plazas, programas y áreas administrativas.
El subsecretario de Egresos, Fernando Galindo, informó que actualmente se están analizando esas valoraciones y propuestas para que, a más tardar el 30 de agosto, se den a conocer las áreas administrativas que serán reestructuradas y las plazas que serán eliminadas. Esto, con el fin de que los ajustes a la Administración se vean reflejados en la propuesta de Presupuesto 2014, que será entregada en septiembre al Congreso.
El tamaño de la nómina de la Administración central creció en casi 500 mil nuevas plazas en los últimos 12 años, incluyendo médicos, maestros del Distrito Federal, policías y personal militar.
En el Presupuesto 2013 fueron etiquetadas para estas instituciones un millón 528 mil plazas, cuyo costo asciende a más de 527 mil millones de pesos, 89 por ciento más que en 2000. Especialistas en Administración pública señalan que la reestructuración de la burocracia es un pendiente desde hace varias décadas que se agravó durante los gobiernos panistas.
José Juan Sánchez, autor del libro "La Corrupción Administrativa", aseguró que a los gobiernos panistas les falló el sentido gerencial y no hicieron más eficiente la Administración pública, pese a contar con una Ley del Servicio Profesional de Carrera.
