Miguel Cabrera será sometido a una cirugía en la ingle. Cabrera reconoce que jugó mermado
Con la amargura aún latente por la eliminación de los Tigres de Detroit a un paso de la Serie Mundial, Miguel Cabrera recogió ayer otro galardón y reconoció lo que todos sabían: jugó disminuido por una lesión al final de la temporada.
"Todo el trabajo que hicimos se nos quedó corto. Todavía estoy muy triste por la derrota", declaró Cabrera tras recibir el premio Hank Aaron por segundo año consecutivo.
El tercera base venezolano planea someterse a una cirugía por la dolencia en la ingle que le disminuyó durante los últimos dos meses de la campaña regular y en la postemporada, en la que Detroit sucumbió en seis juegos ante los Medias Rojas de Boston en la serie de campeonato de la Liga Americana.
Cabrera dijo que desconoce los detalles de la operación: "No sé nada, que hagan lo que tengan que hacer con tal que puedan reparar eso bien y estar al cien por ciento el año próximo", dijo.
Al fragor de los playoffs, Cabrera siempre esquivó hablar sobre sus problemas físicos para no proyectar debilidad ante los oponentes.
Ahora, pudo reconocer que "la lesión afectó mucho mi rendimiento físico y defensivo, ya no me podía mover bien en la tercera".
Explicó que jugar lesionado fue una decisión suya, aunque recalcó que consultó con los expertos porque no quería exponerse a "truncar mi carrera".
"A veces hay que jugar con ese tipo de cosas", señaló.