El delegado de Semarnat, Raúl Tamez Robledo, dio a conocer que de las 4 mil hectáreas que fueron afectadas por la sequía el año pasado, 951 se han subsanado, sin embargo se tomarán medidas preventivas para conservarlas libres de plaga, pues los cambios de clima podrían repercutir en su estabilidad.
“El exceso de frío, de calor o de lluvia propicia la proliferación del descortezador, por lo que los ejidatarios y propietarios deben colaborar para erradicar la presencia del insecto sobre todo en la próxima primavera donde se ha anunciado la agudización de la sequía”, expuso.
Manifestó que se teme que la sequía y las altas temperaturas puedan afectar aún más las zonas donde se ha instalado el gusano descortezador sobre todo en la Sierra de Arteaga de Coahuila.
Se han colocado hasta el momento cinco trampas de monitoreo en los cañones de Arteaga para determinar la mayor prevalencia de la plaga, lo que permitirá en una segunda etapa aplicar el químico donde se necesite.