Espectadores aguardan bajo la lluvia para la reanudación de un partido del Abierto de Estados Unidos ayer en Flushing Meadows. (EFE)
Li Na entró a jugar con la determinación de acabar su partido lo más rápido posible y esquivar la lluvia en el Abierto de Estados Unidos.
La china, quinta preclasificada y campeona del Abierto de Francia de 2011, despachó 6-2, 6-2 a la sueca Sofia Arvidsson en el primer partido de la jornada del miércoles en el estadio Arthur Ashe, pero luego fue la hora de abrir los paraguas en el último Grand Slam de la temporada.
Es algo habitual en Flushing Meadows, un torneo que lleva cinco años consecutivos en los que terminó con un día de atraso debido a las inclemencias del tiempo.
Este año, finalmente, los organizadores del US Open anunciaron sus planes para levantar un techo encima de la Arthur Ashe -la cancha principal- como parte de una renovación del centro que costará unos 550 millones de dólares. El techo podría estar listo para la edición de 2016 ó 2017.
Por ahora, tenistas y espectadores tienen que esperar expectantes a que el cielo se despeje y que las máquinas secadoras tengan listas las canchas.
Entre los jugadores que tenían partidos programados estaba el campeón vigente Andy Murray y el argentino Juan Martín del Potro, campeón del torneo en 2009. Del Potro, sexto cabeza de serie, entró a cancha a media tarde y sacó ventaja 2-1 en su primer set ante el español Guillermo García-López.
Luego que la lluvia dio al traste con buena parte de la tarde, la organización canceló ocho partidos de individuales en la rama femenina, entre ellos el de la estadounidense Serena Williams contra la kazaja Galina Voskoboeva.
