Cuando Anthony Weiner renunció al Congreso de Estados Unidos y se disculpó por los mensajes de texto que habían destruido su carrera, una figura clave brillaba por su ausencia: su esposa Huma Abedin, en ese entonces embarazada.
Weiner reapareció el martes, entonando un mea culpa público por un nuevo escándalo de textos de tono subido que estalló en medio de la puja electoral para alcalde, en la que espera rehabilitar su futuro político, pero el candidato demócrata no sólo estaba allí con pretensiones de afirmación sino además con Abedin a su lado.
"Lo amo, lo he perdonado, creo en él" , dijo la mujer.