Testigo. Un nuevo testigo señala que el capitán del Costa Concordia decidió saltar voluntariamente en un bote salvavidas.
El capitán del "Costa Concordia", Francesco Schettino, saltó de forma voluntaria dentro de uno de los botes salvavidas durante el naufragio del crucero frente a las costas de la isla del Giglio la noche del 13 de enero de 2012, aseguró ayer uno de los miembros de la tripulación.
El aprendiz de oficial de cubierta Stefano Iannelli hizo estas declaraciones durante una nueva audiencia del juicio a Schettino, lo que contradice la versión dada por el capitán tras el naufragio, cuando afirmó que su abandono del barco "no fue voluntario" , sino que se produjo de manera fortuita al caerse dentro de una de las lanchas.
Iannelli dijo que, durante la evacuación de la nave, cuando no vieron a ningún pasajero más al que ayudar, él y cinco miembros de la tripulación subieron a un bote salvavidas situado en el puente número cuatro, en el lado derecho del buque, al que "ya había saltado un poco antes Schettino" .
Según Iannelli, "tan pronto como fue arriado el bote salvavidas" , el crucero accidentado "se volcó hacia un lado" y el puente donde se encontraban tanto él como el capitán quedó sumergido bajo el agua.
"Durante el trayecto a la costa de la isla de Giglio, recuperamos pasajeros del agua", apuntó Iannelli, que tenía entre sus tareas controlar y actuar sobre la estabilización del crucero durante la navegación.
El "Costa Concordia", en el que viajaban 4.229 personas, de ellas 3,209 pasajeros, encalló frente a las costas de la isla del Giglio, en el de Marzo Tirreno, el 13 de enero de 2012.
El desastre ocurrió después de que Schettino decidiese, supuestamente sin autorización, acercarse a la costa de la isla y en esta maniobra el barco impactó contra un escollo, lo que provocó la rotura del casco.
Como consecuencia del impacto, la nave encalló ante las costas de la isla y se inclinó unos 80 grados.